La factura de la luz aumentará un 77 % para las viviendas vacías

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La CNE critica la orden de peajes que encarece el término fijo de potencia

06 ago 2013 . Actualizado a las 12:04 h.

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) tiene los días contados. En otoño se fusionará con Competencia y nacerá una única institución que asumirá las funciones de ambos organismos y sobre cuya imparcialidad y objetividad existen ya dudas. En sus últimos estertores como regulador independiente, la CNE parece querer irse matando. Ayer hizo público su informe sobre la nueva orden de peajes eléctricos -es la parte regulada del recibo de la luz, que supone el 50 % de este, más o menos- propuesta por el Ministerio de Industria. Y es demoledor. De principio a fin cuestiona el meollo de la propuesta, que se resume en una «drástica» modificación al alza del término de potencia (la cantidad fija que se paga en cada recibo de la luz), que supondrá un incremento de hasta un 76,5 % para los contratos más usuales, y en una reducción del precio de la energía consumida. De hecho, según la propuesta del ministerio, el término fijo de potencia supondrá el 50 % de la factura, cuando hasta ahora representaba el 30 %. El resto es gasto en energía propiamente dicho.

Como ya alertaran las asociaciones de consumidores, la CNE constata que el impacto de la modificación de la estructura de los peajes de acceso será superior para aquellos abonados con una baja utilización de la potencia. Concretamente, explica la Comisión, el incremento del precio medio para los consumidores con una baja utilización y acogidos a los contratos más comunes (con y sin discriminación horaria y potencias contratadas de 3 a 10 kilovatios) podría ser del 77 %. Por el contrario, para utilizaciones muy altas de la potencia contratada la propuesta implica reducciones de la facturación media de acceso de hasta el 20 %.

La CNE pone incluso ejemplos concretos: un consumidor medio acogido a la tarifa básica (sin discriminación horaria), con una potencia contratada de cuatro kilovatios y sin apenas gasto en luz (o sea, en una segunda residencia o propiedad deshabitada) la facturación aumentaría 55 euros al año. Para un cliente medio de la tarifa de último recurso (TUR), en vías de extinción, la facturación aumentará al año un 3,7 % para contratos sin discriminación horaria y un 1,8 % con discriminación horaria (antigua tarifa nocturna).

La CNE no concluye textualmente diciendo que no a esta propuesta, pero echa de menos que el Gobierno explique la metodología que usó para cambiar la estructura y también que aclare expresamente el impacto sobre los consumidores. Además, advierte que la modificación de los términos de potencia incrementará las reclamaciones y consultas de los consumidores, «en particular de aquellos de baja utilización y sin información sobre la elección adecuada de su potencia contratada». La Comisión de la Energía sugiere «introducir un período transitorio, de forma que los consumidores se puedan ir ajustando gradualmente al cambio de estructura de los peajes, y la implementación de campañas de información, especialmente para los domésticos, con objeto de que dichos consumidores elijan adecuadamente la potencia contratada».