La vuelta de NCG Banco a manos de capital privado podría haber abierto una nueva brecha entre el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), su actual propietario, y el Banco de España.
Las diferencias, en esta ocasión, se centran en el mecanismo de adjudicación de la entidad, por la que, según lo previsto, pujarán fondos inversores extranjeros y bancos nacionales.
Fuentes del FROB confirmaron ayer que el cuaderno de venta de la entidad (el informe detallado de todas sus cuentas) no está a disposición de los potenciales compradores, a pesar de que, según lo anunciado por el propio secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, tendría que estar disponible hace una semana.
«Lo estará en los próximos días», dice el organismo dependiente del Ministerio de Economía, que niega la existencia de retraso alguno sobre los planes de privatización, prevista para principios de octubre.
Otras fuentes del FROB reconocen que la venta de NCG es una operación «delicada», tanto desde el punto de vista político, como desde el punto de vista financiero, «sobre la que no todo el mundo está de acuerdo».
Fondos extranjeros
Las disensiones, según las mismas fuentes, giran en torno a la conveniencia o no de la entrada de fondos extranjeros en la puja y en la consiguiente privatización mediante una fórmula que hasta ahora no ha seguido ninguna de las otras que han salido a subasta, ya que, todas ellas, acabaron fagocitadas por la gran banca (Unnim, en manos del BBVA; la CAM, en las del Sabadell; el Banco de Valencia, en poder de Caixabank); y así es como el Banco de España quiere que siga siendo.
La reciente venta de Evo Banco (la red de NCG que opera fuera de Galicia) al fondo de inversión norteamericano Apollo,, sienta un buen precedente, para que el grupo inversor Guggenheim, que pujará por NCG, se haga con la entidad. La operación gusta al FROB, cuyo director general, Antonio Carrascosa, afirmó hace apenas unos días que sería un «espaldarazo» al proceso de saneamiento bancario hecho por España.
También gusta al ministro de Economía, Luis de Guindos, quien recientemente ha asegurado que NCG se venderá a quien ofrezca más garantías.
Según el Fondo de Reestructuración, el único requisito al futuro comprador de NCG es que se adapte a las normas del Banco de España sobre la «idoneidad» de estos inversores. Y es ahí donde, según fuentes conocedoras del proceso, radican las divergencias con el Banco de España, que ve «ciertos riesgos» en la operación y apuesta por la fórmula de adjudicación a otra entidad financiera nacional, tal y como ha venido ocurriendo en todo el proceso de reestructuración bancaria acometido hasta la fecha.