El ciclón impactará con fuerza en los próximos días en Jamaica y Cuba y después podría dirigirse hacia el Atlántico norte
25 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El pasado 21 de octubre nació en el mar Caribe un sistema de bajas presiones tropical que tiene mucha historia por contar, que podría dejar algún episodio devastador y tener un desenlace inesperado cerca de la Península. Su nombre es Melissa y es la decimotercera tormenta bautizada de la temporada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
Su vida ya presentaba algunas particularidades desde el minuto uno. No ha cruzado el Atlántico, como la mayoría de los ciclones, sino que se ha gestado directamente en el Caribe central, una región que estos días registra temperaturas del agua por encima de los 30 grados. No tiene mucho espacio para desplazarse y ese movimiento tan lento le permite alimentarse más tiempo de la evaporación.
En este sentido, se espera una rápida profundización de la presión central, que podría descender hasta los 948 milibares en los próximos días, según el modelo europeo ECMWF. Habrá que esperar para ver en qué momento se convierte en huracán y qué categoría puede alcanzar, pero parece bastante probable que llegue a ser mayor, 3 o superior. Las zonas más amenazadas son Jamaica y el este de Cuba, donde ya se preparan para su impacto entre el miércoles y el jueves. En Jamaica temen que este temporal pueda ser peor incluso que el que provocó el huracán Gilbert en 1988.
El entorno atmosférico es casi perfecto para el desarrollo, con una cizalladura (viento en altura) baja y la humedad ambiental muy alta. Solo su propia estructura interna limita, por ahora, el ritmo de intensificación. Este tipo de tormentas que se fortalecen con gran rapidez se han vuelto más frecuentes en los últimos años, en paralelo al calentamiento de las aguas tropicales, según estudios recientes del Centro Nacional de Huracanes y de la NOAA.
Existen varios escenarios sobre lo que puede hacer después Melissa. A estas alturas, todos deben asumirse con cautela, ya que las previsiones cambian prácticamente cada 24 horas. Sin embargo, cuando el modelo europeo (ECMWF) y el modelo americano (GFS) coinciden, merece la pena prestarle atención.
Ambos pronostican que una vez Melissa abandone Cuba podría tomar una dirección hacia el nordeste. A finales de la próxima semana estaría situada al este de Florida y ascendiendo. A partir de ahí, entra en escena la incertidumbre. El GFS sitúa los restos de Melissa frente a Galicia el próximo fin de semana, mientras que el ECMWF retrasa su llegada y la desvía hacia el sur, con una posible entrada en la Península por Lisboa. En ambos escenarios dejaría fuertes vientos y lluvias intensas.
En cualquier caso, el Atlántico norte no esperará a Melissa. Antes de que decida su ruta, la semana que viene se formarán varios ciclones extratropicales profundos. La primera borrasca que afectará a Galicia se presentará el martes por la noche, con lluvias más significativas en el extremo occidental.
La siguiente se situará al noroeste de la comunidad el viernes por la tarde, con una presión mínima de 973 milibares. Si se cumple esta previsión, el temporal estaría garantizado y coincidirá con las celebraciones de Samaín y Halloween.