Pescanova consigue hasta el 15 de enero de plazo para no perder Pesca Chile

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La plantilla solo tiene garantizadas dos nóminas más, pese a que la marca no se ha resentido en la campaña navideña

24 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El activo más preciado del grupo Pescanova aún no está perdido. Las negociaciones entre la matriz y el administrador concursal de Pesca Chile no han servido para detener el proceso de subasta, que sigue su curso, pero sí han permitido ganar tiempo a la compañía, que, según fuentes conocedoras de la operación, tiene previsto cerrar un acuerdo favorable con el síndico de la filial y el comité de acreedores antes del 15 de enero.

La oferta de Pescanova llegaría a tiempo para afrontar los créditos pendientes con las entidades BCI y DNB Bank, que vencen justo al día siguiente, el 16 de enero.

Un síntoma de que la situación se desbloquea es el acuerdo alcanzado entre el administrador concursal y los 125 trabajadores despedidos a cambio del compromiso del pago de la deuda de forma inminente. Según el Diario Financiero de Chile, el pasado viernes, la totalidad de estos trabajadores, suscribieron en el Juzgado Laboral número 1 de Santiago un avenimiento con el síndico de la quiebra, Herman Chadwick, para detener los juicios laborales. La filial concursada se comprometió a pagar toda la deuda, 3,53 millones de euros, el 4 % del total. «Es una arista que se resuelve y que genera tranquilidad en los trabajadores, que en una buena parte han sido recontratados», declaró el representante legal de la plantilla, que aclaró: «Cualquiera sea la salida de esta quiebra, se le deberá pagar a los trabajadores primero».

Sin acuerdo en la quita

Con una deuda de 88,2 millones de euros, Pesca Chile tiene como principales acreedores a Banco de Crédito e Inversiones (BCI), DNB, Itaú, Banco do Brasil y HSBC. La división chilena controla las empresas Acuinova Chile, que emplea a 955 trabajadores, y Nova Austral, con una plantilla de 789 empleados. Estas dos últimas filiales constituyen la pieza más valorada de la compañía, y por ellas existen ya dos ofertas firmas de compra, las presentadas por la canadiense Cooke, y la noruega Marine Harvest, esta última con más opciones de adjudicarse las salmoneras, según reveló Chadwick la pasada semana.

Entre tanto, en España prosiguen las tensiones entre el consejo de administración y la banca acreedora por la quita que prevé el plan de reestructuración de Damm (el 92 %) para inyectar 250 millones y hacer viable la compañía. Fuentes financieras aseguraron ayer que la postura de la banca se mantiene en el rechazo a asumir las pérdidas propuestas.

El acuerdo entre las partes es necesario para conseguir cerrar un convenio en enero. El tiempo apremia, ya que, según confirmaron ayer fuentes del comité de empresa, hay dinero para pagar a proveedores y plantilla en enero y febrero. A partir de ahí, la situación sería muy complicada. La buena noticia es que, a pesar de la gran repercusión que ha tenido el caso Pescanova, tanto desde el punto de vista judicial como económico, la marca no se ha resentido en la campaña navideña, que fuentes de la empresa califican de muy buena.