El consejo de administración de la compañía que se reunirá el próximo martes para dar el visto bueno a las cuentas del 2013
22 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La expropiación a Repsol de su filial argentina YPF por parte del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner le va a salir cara a la petrolera española. La compañía admitió ayer que le costará 1.279 millones de euros, la misma cantidad -después de impuestos- que ha provisionado con cargo a los resultados del 2013, según comunicó ayer mediante un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La petrolera detalla en su escrito al organismo regulador que, a cierre del pasado ejercicio, y atendiendo al principio de acuerdo anunciado el pasado mes de noviembre sobre las acciones de YPF nacionalizadas, el valor de los títulos expropiados se habría recalculado a 5.000 millones de dólares (unos 3.646 millones de euros). «Por ello, con cargo a los resultados del ejercicio 2013 se registrará un saneamiento de 1.279 millones de euros después de impuestos» precisa la multinacional en su informe.
El consejo de administración de la compañía se reunirá el próximo martes para dar el visto bueno a las cuentas del 2013 y presentar sus resultados. Poco después de que Repsol hiciera pública su decisión de restar 1.279 millones de euros a sus beneficios, las acciones de la empresa se revalorizaron un 0,7 % en el Ibex, hasta los 18,11 euros por título. Una señal de que estas pérdidas no resultan demasiado altas a ojos de los inversores, que además celebran que se vayan despejando incertidumbres en torno a este caso. Al cierre de la sesión, las acciones de Repsol que cotizan en la Bolsa de Madrid se habían revalorizado un 0,5 % respecto de la jornada anterior.
Esta solución, de aprobarse -y todo indica que será así-, permitiría a Repsol dar por zanjado su enfrentamiento con el Gobierno argentino por la expropiación. Y sería muy beneficiosa para Argentina, que trata de recuperar credibilidad ante los inversores internacionales.