Salvar el concurso facilitando las renuncias

La Voz

ECONOMÍA

25 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Por los parques que ya están instalados poco puede hacer la Xunta, salvo, como ya hizo, presentar alegaciones al real decreto que regulará las nuevas retribuciones a las renovables. No tuvo éxito, pero sí ha dado más pasos para tratar de salvar el concurso eólico que promovió hace casi cuatro años. Desde entonces, no se ha levantado ni un solo molino de viento, y no parece que el panorama vaya a cambiar a corto plazo. Los empresarios no están por la labor de invertir en estos momentos de revolución regulatoria. Pero la Xunta se prepara para cuando soplen vientos más favorables y ha aprobado algunos cambios normativos que flexibilizan las obligaciones de los promotores de nuevas instalaciones. Entre los más destacados está la posibilidad de que adjudicatarios de parques en el concurso eólico puedan renunciar a ejecutar proyectos recuperando el aval depositado en el momento de la concesión. Pero, como precisó la Consellería de Industria, el desistimiento no puede alterar el resultado del concurso. Para Muniozguren esta condición es bien difícil de cumplir, pero ahí está. De momento, el propio conselleiro Francisco Conde admitió hace unas semanas que ya tenía sobre la mesa peticiones de renuncias. Estas se resolverán a finales de junio, en la comisión de seguimiento del concurso eólico.

Otros cambios introducidos en la normativa autonómica permitirán retrasar la presentación de avales al momento de iniciar la construcción del parque. Conde defendió esta propuesta pues, en su opinión, el sector la necesita «para xerar emprego e riqueza», pues supone un ahorro medio de 23.500 euros anuales en costes financieros a las empresas que ya han depositado las fianzas que ahora pueden recuperar, ya que los avales no habrá que constituirlos hasta el momento en que se inicien las obras.

Muniozguren destacó hace unas semanas que estas medidas son favorables para el sector, pero a medio plazo, no se aplicarán de forma inmediata porque el mercado no es proclive a nuevas inversiones.