«Tras años de lucha contra el fraude, el miedo ha cambiado de bando», asegura
08 jun 2014 . Actualizado a las 12:38 h.«Si cada país controla sus finanzas, la economía irá bien». Palabra de Hervé Falciani (Mónaco, 1972), un ingeniero de sistemas francoitaliano, héroe para unos y traidor para otros, y ya consagrado como confidente de la Justicia y testigo protegido, todo en aras de descubrir el capital opaco.
-Han pasado 13 meses desde que la Justicia española rechazara la petición de Suiza para extraditarle y usted volviera a la libertad, ¿se ha avanzado en la lucha contra el fraude o se ha olvidado todo?
-Hemos hecho todo lo que podíamos y hemos conseguido que la gente sepa por qué hay que luchar contra el fraude y la opacidad financiera. Los acuerdos contra el secreto bancario en la Unión Europea van en ese sentido. No es que Suiza y Luxemburgo hayan cambiado de idea y de forma de actuar, sino que son el resto los que parecen más decididos a dar un paso adelante.
-Y eso, que parece más una declaración de intenciones, ¿sirve de algo en la práctica?
-Créame, cada vez que nos acercamos a tener más información sobre las transacciones financieras, ellos tienen temor. Y no me refiero solo a sus clientes, sino a los propios bancos. Las informaciones que se están dando sobre el fraude sí tienen efecto. Después de tantos años trabajando, la llamada banca en la sombra está menos tranquila. El miedo ha cambiado de bando, aunque sea solo psicológicamente.
-Entonces, ¿se ha conseguido ganar la guerra contra el fraude?
-Para nada. No nos engañemos. Queda mucho por hacer. Lo que sí hemos hecho es dar pasos en la buena dirección. Lo que pasa es que el poder sigue en las mismas manos y eso cuesta cambiarlo.
-Hablaba usted antes de acuerdos internacionales o bilaterales con los paraísos fiscales, ¿hasta qué punto resultan eficaces?
-Para mí, simplemente, no lo son. Existen un montón de modos y medios para burlarlos y esconder los beneficios reales de los bancos, así como su actividad financiera. Esos países firmaron los acuerdos porque era algo formalmente obligado, nada más. Pero no van a cambiar porque ese es su trabajo, su know-how; solo saben vivir de esa forma y todos tenemos en la cabeza de qué estados estamos hablando.
-Miremos ahora a los países en teoría más interesados en avanzar en esa lucha porque la sufren en sus arcas. Por ejemplo, Francia o España, con los que ha colaborado y sigue haciéndolo. ¿Ve en ellos una clara voluntad de combatir el fraude?
-La verdad, y aunque lamento que sea así, no la veo. Creo que es más bien por otros intereses superiores que por dejadez del Gobierno. Ya lo hemos visto en otros casos, hay poderes por encima que influyen en que las cosas vayan más rápido o más lento.
-Habla mucho de poderes, ¿a qué o quiénes se refiere?
-No puedo, ni quiero, dar nombres, aunque es obvio que hay políticos y empresarios poderosos que pueden inducir actuaciones en un sentido u otro. En cualquier caso, también reconozco que hay un problema claro de falta de medios, de modo que lo fácil sí se persigue y lo complicado, normalmente, no.
-Usted ha facilitado miles de datos bancarios -de 130.000 clientes, 3.000 de ellos españoles- a jueces, fiscales y policías de varios países europeos, ¿en qué se ha traducido?
-Pues hemos conseguido recuperar algo de dinero y, sobre todo, se ha logrado que los clientes descubiertos se hayan convertido en testigos de cómo funciona el sistema. Aunque aún nos falta apuntar más a las empresas, porque un banco como el HSBC -donde él trabajaba- vive de 60 clientes que no son personas.
-Explíqueme ese radar financiero que trata de promover usted.
-Se trata de captar los flujos de información, un poco como hace en España la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales, y vigilar los patrones de las operaciones bancarias. Hay que distinguir entre las que tienen sentido económico y las que no, pues probablemente ocultan un fraude. Es como vigilar el tráfico aéreo, donde hay que separar los aviones autorizados para volar y los que no.
-¿Y por dónde empezamos?
-El IVA podría ser un inicio. Cada año se estafan decenas de miles de millones -en España, más de 10.000- con este tipo de transacciones.
Hervé Falciani Exempleado de HSBC que filtró datos de evasores fiscales
«No veo voluntad clara en España de combatir el fraude, hay poderes que lo ralentizan»
«Hay un problema de medios: lo fácil se persigue y lo complicado, normalmente, no»