La banca alerta de que los tipos bajos pueden provocar una nueva burbuja

A. B. SANTANDER / E. ESPECIAL

ECONOMÍA

Roldán, ayer durante su participación en la jornada.
Roldán, ayer durante su participación en la jornada. p. p. hoyos < / span>efe< / span>

José María Roldán dejó a España fuera de dicho riesgo, ya que «evidentemente, acabamos de salir de un burbuja y es difícil que se genere otra»

19 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, alertó ayer en Santander de las «potenciales consecuencias no deseadas» que podrían tener los bajos tipos de interés fijados por el Banco Central Europeo (BCE) y que, según el nuevo responsable de la patronal bancaria, «se van a prolongar en el tiempo». Aunque subrayó que los tipos bajos eran una «forma de apuntalar el proceso de reactivación económica y del crédito, advirtió de la posibilidad de que generen «burbujas» en los países en los que el crecimiento es más intenso o la inflación más elevada.

«Estas burbujas -señaló- se suelen dar en activos propensos a ello, como el sector inmobiliario». En cualquier caso, dejó a España fuera de dicho riesgo, ya que «evidentemente, acabamos de salir de un burbuja y es difícil que se genere otra».

El ex director general de Regulación del Banco de España le devolvió la bofetada al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, que responsabilizó de la crisis financiera al deficiente trabajo del supervisor español. De la gestión del Banco de España admitió que «seguro que tuvo luces y sombras, pero no es la única institución que hubiera podido actuar mejor».

Al respecto se preguntó qué papel jugó el tener unos bajos tipos de interés en la eurozona, que favorecían a Alemania pero no a España, durante la gestación de la burbuja en nuestro país, con una economía «de gran dinamismo».

«No ha dado en el clavo»

Roldán, que aseguró que era necesario que pasara algo más de tiempo desde el final de la crisis para analizarla con rigor, declaró que no le parecía que Barroso hubiera «dado en el clavo» en sus acusaciones al Banco de España «sobre lo que fue una crisis no vista, la más compleja desde hace cien años». «Creo que la realidad es mucho más rica y más compleja. Además, no hay que olvidar que la crisis financiera comenzó en EE.UU., con la caída de Lehman Brothers», apostilló.

En su intervención, en la que hizo un recorrido histórico por la gestación de la supervisión primero y luego unión bancaria europea, el jefe de la patronal financiera también alertó de otros riesgos potenciales, además de la generación de nuevas burbujas. De este modo, y al igual que otros ponentes en días previos (como los presidentes del BBVA y del Banco Popular), se refirió a la actividad de la «banca en la sombra» -shadow banking-, que está creciendo porque los mayores requerimientos a los bancos convencionales están desplazando la actividad financiera a otras áreas que, como esta, carecen de supervisión y de regulación alguna.

Próxima crisis, no financiera

«La próxima crisis no vendrá probablemente de la banca sino de otras áreas financieras», indicó, poniendo como ejemplo de tal peligro el hecho de que se desconoce quiénes son los operadores de la banca en la sombra, ni el dinero que mueven.

Roldán también reclamó «certidumbre regulatoria», es decir, que se cierre ya la reforma financiera para que la banca sepa en qué entorno va a operar.