Las agencias de calificación han declarado al país en suspensión de pagos selectiva, lo que puede provocar que nadie quiera financiar al Estado
31 jul 2014 . Actualizado a las 23:06 h.Aclaración tuit anterior. Se necesitan 1,957 millones $/año para asegurar 10 millones $ de deuda argentina a 5 años https://t.co/fwDu6icbY6
— María Muñoz (@mariadelamiel) julio 31, 2014
Para el banco francés, Natixis, si Argentina lograra un acuerdo con algunos de sus acreedores más decididos, «el impacto sobre la economía argentina será relativamente limitado». «Pero el coste de una suspensión de pagos prologanda será verdaderamente preocupante», añade en una nota. «Aunque los datos económicos fundamentales sean mejores que en el 2001, el país sufriría un aumento del coste de sus préstamos, los bancos reducirán probablemente sus líneas de crédito a Argentina. Una suspensión de pagos la aislaría de los mercados financieros a pesar de los recientes esfuerzos del gobierno».La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, había minimizado el martes el impacto: «Argentina ha estado fuera de los mercados financieros por mucho tiempo y aunque el impago siempre es lamentable no creemos que tenga mayores consecuencias sustantivas fuera» del país.¿Podían haberlo evitado?El ministro Axel Kicillof se trasladó el miércoles a Nueva York para intentar evitar esta situación. Seis horas de ardua negociación con los fondos buitres no fueron suficiente para conseguir desbloquear el pago. Cuando un país no puede hacer frente a sus pagos, se suele renegociar la deuda y se acuerdan quitas y refinanciamientos. Kicillof intentó acordar precisamente eso con los fondos especulativos, ofreciéndoles las mismas condiciones que presentaron a los bonistas del 2005 y el 2010. El ministro de Economía argentino insiste en que su país no se considera en un cese de pagos: «Ese dinero está ahí, evidentemente si fuera un impago no estaría ahí», dijo, culpando a Griesa por una situación «inédita» y «sin precedentes». «Nos trataban de imponer algo que era ilegal, la intención era forzar una situación ilegal. Vamos a buscar una solución justa, equitativa y legal para el 100 % de nuestros acreedores», afirmó el ministro, anunciando su regreso a Buenos Aires. «Vamos a pagarle a los que tienen bonos en impago, pero bajo condiciones razonables, no bajo condiciones extorsivas», señaló, agregando que Argentina defenderá los «exitosos» canjes de su deuda soberana, aceptados por el 92,4 % de los propietarios de los títulos con quitas de hasta un 70 % de las acreencias.Distinta visión del caso tienen los famosos fondos buitre. «Durante este proceso, el mediador propuso muchas soluciones creativas, muchas de las cuales eran aceptables para nosotros. Argentina rechazó considerar seriamente cualquiera de ellas, y en vez de ello eligió la suspensión de pagos», señalaba NML en un comunicado divulgado este jueves.¿Por qué Argentina no quiere pagar a los fondos buitres? Argentina no puede pagar a los fondos especulativos el 100 % de sus títulos sin activar la cláusula «RUFO». Esta cláusula se impuso como garantía para aquellos que aceptaron el canje, ya que establecía que si, hasta diciembre del 2014, concedían mejores condiciones a otros bonistas (en este caso a los fondos buitre) aquellos que tenían deuda reestructurada recibirían las mismas. El resultado en este caso, sí que podría ser catastrófico, ya que el 92,4 % de los propietarios de bonos que aceptaron fuertes quitas sobre sus títulos, tendrían el camino libre para exigir el pago íntegro de aquello que les corresponde, disparando la deuda del país sudamericano hasta cifras astronómicas.Siguen las negociacionesA pesar de que el vencimiento del plazo ya se ha hecho efectivo, Argentina continúa con las negociaciones para evitar que futuros pagos se vuelvan a bloquear y para buscar una solución a la situación futura.Durante las últimas horas del miércoles circuló una versión de la participación de bancos privados argentinos para comprar los bonos en poder de los litigantes y recibir luego títulos nuevos en dólares del gobierno, sin intervención estatal y evitando la aplicación de la cláusula RUFO, según la prensa de Buenos Aires.Los bancos habrían ofrecido también aportar una garantía de 250 millones de dólares como otra forma de destrabar las negociaciones. «Los banqueros argentinos tienen en sus activos bonos del canje y otros bonos cuyo valor podría estar amenazado por una situación como ésta. Así que hay muchos terceros que podrían tener interés en remediar esta situación», afirmó Kicillof de manera misteriosa.