Empresarios y sindicatos cierran el año sin un pacto salarial para el 2015

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La intención de la patronal de limitar las subidas al 0,6 % dificulta el acuerdo

29 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro meses de reuniones han sido insuficientes para que patronal y sindicatos renueven a tiempo el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, el documento que marca las pautas para el desarrollo posterior de las relaciones entre los agentes sociales, especialmente en la negociación de los convenios colectivos, tanto sectoriales como de empresa. Un marco que, en su actual redacción, consensuada para el trienio 2012-2014 y que vence con las campanadas de fin de año, consagró la política de moderación salarial con el objetivo de preservar empleo y estimular la competitividad de la economía española.

El problema es que los sindicatos creen que esa receta pertenece ya al pasado y recelan de la propuesta empresarial, que pretende fijar una cifra máxima de incremento salarial para los convenios que se firmen el próximo año. En concreto, CEOE y Cepyme proponen topar las subidas en el 0,6 %, la misma cifra prevista para este ejercicio en el acuerdo en vigor y que va en línea, justifican, con la subida media pactada en los convenios renovados en este 2014 (del 0,57 % entre enero y noviembre). Para conseguir su propósito, la patronal está dispuesta a ceder en la duración del acuerdo -está previsto que se firme por dos años, en lugar del trienio pactado en el documento actual-, pero ni por esas ha convencido de momento a los sindicatos.

Defienden las centrales mayoritarias, CC.OO. y UGT, que ha llegado ya el momento de devolver poder adquisitivo a los trabajadores para impulsar el crecimiento económico, por lo que rechazan que se fijen techos generales y proponen que las subidas se determinen en las diferentes mesas de negociación para atender a las circunstancias concretas de cada sector o empresa, tomando como criterio tanto la inflación (que actualmente no sopla precisamente a favor de las subidas), pero también la productividad real. No entienden que la patronal, que en los últimos meses ha abogado públicamente por que se suban salarios allí donde sea posible, se eche atrás ahora que toca plasmar negro sobre blanco el compromiso.

Si los sueldos siguen siendo el principal escollo para cerrar ya el acuerdo, tampoco han ayudado a acelerar el proceso las elecciones en la patronal. Porque, aunque los dos candidatos a presidir la CEOE (el reelecto Rosell y el derrotado aspirante Antonio Garamendi) ya habían mostrado que no había fisuras entre el empresariado en su defensa de la moderación salarial, era necesario esperar a que se despejase la incógnita para que fuese la nueva directiva de la patronal la que refrendase el acuerdo definitivo.

El Supremo entra en escena

Sin cambios en la cúpula de la CEOE, las negociaciones se retomaron el pasado lunes, cuando se constató que existe consenso en prácticamente todas las materias, pero que el desacuerdo en lo que respecta a los salarios impide de momento llegar a un pacto definitivo. Y aunque estos días continúan los contactos telefónicos, las partes han acordado posponer hasta después del parón navideño las negociaciones formales.

Y entre tanto tira y afloja ha entrado en escena el Tribunal Supremo, que con la sentencia en la que consagra los derechos recogidos en convenio aun cuando este haya decaído dinamita uno de los pilares de la reforma laboral y obliga a patronal y sindicatos a revisar la estructura de la negociación colectiva en lo tocante a la ultraactividad de los convenios de acuerdo a la doctrina que fija el Alto Tribunal.

Con estos obstáculos en el horizonte, patronal y sindicatos se sentarán de nuevo a la mesa en la segunda semana de enero con el objetivo de cerrar un acuerdo definitivo antes de que acabe el mes.