Euskaltel compra R por 1.155 millones de euros

S. Vázquez, G. Lemos, M. Mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Reparto histórico de R
La Voz

El fondo CVC y Abanca, accionistas de la gallega, cobrarán mayoritariamente en dinero y también en acciones. El acuerdo prevé que ambas compañías mantengan sus marcas y estructuras propias  

24 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Tsunami en las telecomunicaciones. R, la empresa del cable gallego, y Euskaltel, su homóloga en el País Vasco,  anunciaron ayer su intención de integrarse en un solo grupo, en el que Kutxabank tendría el 25 % del capital, mientras que CVC y Abanca, que controlan el 70 y el 30 % de la empresa con sede en A Coruña, agruparían entre ambas un porcentaje similar o algo inferior, aunque las participaciones están todavía por determinar. El resto de las acciones de la sociedad resultante estarían en manos de grandes fondos de inversión, presentes ya en el capital de la compañía vasca cuando salió a bolsa el pasado 1 de julio.

La operación otorga un valor a  a la compañía gallega de 1.155 millones de euros (incluida la deuda), 10,9 veces el ebitda estimado para el 2015, un múltiplo similar al que se empleó para fijar el precio de la oferta pública de venta de Euskaltel. En ese caso fue de 10,6.

Acciones y efectivo

Aunque todavía no se conocen los detalles del acuerdo, sí se sabe que CVC y Abanca recibirán parte de esos 1.155 millones (el 70 % el fondo británico y el otro 30 % la entidad gallega) mayoritariamente en efectivo y otra parte en títulos de la firma resultante de la fusión.

De llegar a buen puerto las negociaciones, las dos empresas se han comprometido -al menos de momento- a mantener el carácter local de ambas, que se verá traducido en la continuidad de las respectivas marcas, estructuras locales y los equipos de gestión, al considerarlos como «elementos clave del éxito de ambas compañías» durante los últimos años.

Primer movimiento de ficha

Todo parece indicar que este es solo un primer movimiento. El segundo sería integrarse más adelante con Telecable, en manos de Carlyle (80 %) y Liberbank (15 %). De hecho, tanto Euskaltel como R han presentado sendas ofertas en estas últimas semanas por la compañía asturiana.

Pero lo pactado ayer por los consejos de administración de R y Euskaltel se ciñe a un acuerdo de intenciones para comenzar un proceso de negociación más intenso. Ahora comenzará el proceso conocido como due dilligence (auditoría exhaustiva) que durará dos meses. La fecha de cierre es el 15 de octubre.

  Pero, por si este plan no llega a buen puerto, R tiene todo dispuesto para, en paralelo a la negociación de la operación que se anunció ayer, preparar su salida a bolsa.

Más operaciones

El baile en las telecomunicaciones no ha hecho nada más que empezar y estas piezas, aunque puedan parecer pequeñas al lado de otros gigantes, son fundamentales para configurar el puzle del sector. Una operación similar a la que ahora se diseña fue la que llevó a cabo ONO con Vodafone. La primera preparaba su salida al parqué, mientras mantenía con la británica negociaciones para su adquisición.

¿Podría ser que la suma de R y Euskaltel fuera adquirida más adelante? Es una posibilidad que no se descarta en el mercado, donde siempre se barajó la idea de que las tres cableras del norte acabarían siendo una sola y terminarían integrándose en otra compañía más grande como Vodafone u Orange. Son las dos posibilidades que manejan los expertos, quienes explican que Telefónica no precisa más tamaño y tiene su propia red de fibra. En cualquier caso, y aunque el mercado contaba con ello, ha sorprendido la valoración otorgada a R, casi la misma que se estableció para la salida a bolsa de Euskaltel.

Ayer, el presidente de R, Honorato López Isla y su par en Euskaltel, Alberto García, reconocían en un comunicado conjunto enviado a la CNMV que «la operación es paso fundamental para la consolidación de los operadores de cable del norte de España».

La empresa fusionada prevé ingresar 570 millones de euros al año

R es puntera en Galicia en cable y fibra óptica. Cuenta con un millón de clientes en 101 concellos gallegos. Para este año tiene previsto invertir 58 millones de euros, un 46 % más que el año pasado, fundamentalmente en aumentar la velocidad de conexión de 50.000 equipos de abonados.

La compañía cuenta con unos 200 empleos directos y unos 1.300 inducidos en la comunidad. El año pasado registró una caída de ingresos de un 4 % hasta los 240 millones debido al abaratamiento generalizado de las tarifas en el sector, aunque consiguió mantener la cifra del resultado bruto de explotación (ebitda) en los 92 millones de euros.

Euskaltel, que da acceso a la red al 85 % de los hogares del País Vasco, lleva menos de un mes en la bolsa, donde se estrenó el pasado 1 de julio. En su debut en el parqué cosechó una revalorización del 5,79 %. Tuvo suerte, su puesta de largo en el mercado coincidió con una buena sesión bursátil, al calor del  posible acuerdo entre Grecia y sus acreedores. La operadora vasca, presidida por Alberto García Erauzkin, había fijado el precio de la oferta pública de venta en 9,50 euros por acción, lo que suponía valorar la compañía en 1.202 millones.

Según la información remitida ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores por Euskaltel y R, la firma resultante tendría una red aproximada de 725.000 kilómetros, más de 715.000 clientes residenciales y empresariales, tendría unos ingresos de 570 millones de euros y un resultado de explotación bruto o ebitda de 265 millones de euros.

Con la fusión, ambas firmas esperan obtener importantes sinergias, que todavía no han cuantificado, derivadas del mejor acceso y capacidad de negociación de productos, servicios y contenidos. Asimismo, según la nota remitida a la CNMV, las dos tienen similitudes tanto en el modelo de negocio (ambas poseen una  red de fibra óptica propia) como de cultura empresarial y arraigo en sus respectivos mercados.