Ignacio Rivera: «Ya no vamos a crecer tanto como lo hicimos, ahora hay que consolidarse»

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

El futuro de Estrella Galicia, dice, pasa ampliar la planta de A Coruña: «Si no podemos, haremos la fábrica en otro lado»; y apunta al sur de España

12 oct 2015 . Actualizado a las 01:45 h.

La cuarta generación de los Rivera, la del consejero delegado, entró en la corporación cuando el grupo, con Estrella Galicia al frente, facturaba unos 30 millones, prácticamente todos en Galicia. Eran los años noventa. En el 2015, el equipo que ahora capitanea Ignacio Rivera (A Coruña, 1965) se ha colocado como cuarta cervecera de España, facturando casi diez veces más. Este año se cerrará «con seguridad», dice, con mejores cifras que en un 2014 que ya fue de récord. Ahora, explica, toca insistir fuera (América Latina, Europa y Asia) y consolidarse dentro (España). Es decir, no pararse.

-A ustedes la crisis no les impactó especialmente. ¿Notan antes esta incipiente recuperación?

-La cerveza es de los sectores que menos sufren en una crisis, y de los que se recuperan antes. Sufre, siguiendo nuestra corporación, el agua, porque tiene un sustitutivo, el grifo. Pero una caña... Durante los últimos años sí notamos un traslado del consumo del bar a casa. Y desde el último trimestre del 2014 aumenta la venta en hostelería. Eso es señal de recuperación.

-Ustedes han crecido demasiado rápido en muy poco tiempo. ¿Cómo lo han hecho?

-Bueno, lo hemos hecho. Ha sido un reto. Hemos duplicado la producción, pasamos de 140 millones a 280 en cinco años. Primero, cuando ocurre esto tienes un problema de fabricación, hay que ampliar y seguir produciendo, y nosotros tenemos una única fábrica, aquí en A Coruña. Segundo, tienes que importar talento, gente que viene con otras filosofías y eso te obliga a una metamorfosis continua. Y tercero, te obliga a una reorganización de la compañía constante, la hemos hecho tres veces desde el 2009. Es todo igual de complicado que una crisis por decrecimiento, pero es más alegre, claro.

-¿Ha sido a costa de endeudarse en exceso?

-Para nada. Tenemos el ebitda apalancado al 0,20, que no es nada. La deuda ronda los 16 millones, y tenemos una gran capacidad de endeudamiento. Financieramente, estamos saneados.

-¿Pero no hay riesgo de seguir creciendo y comprometer el futuro de la compañía?

-Financieramente, como digo, no estamos apalancados. Y tenemos una política familiar de autofinanciarnos. Los de la cuarta generación de esta empresa hemos asumido un cambio de mercado local a nacional, una fábrica que es el triple de lo que era... Ahora tenemos que consolidarnos, y eso no es vender por vender. Yo no estoy preocupado por el crecimiento que viene. Pero también digo que no vamos a crecer ya tanto como lo hicimos en los años anteriores. Ahora toca vender más e internacionalizarnos.

-¿Esa internacionalización es prioritaria?

-Es prioritario asentar las bases de esa internacionalización. Es saber dónde nos centramos, explorar, aprender, sufrir... Y en ello estamos. Para que en el futuro sea una parte importante.

-Porque fuera de España la empresa está perdiendo dinero...

-Digamos que estamos invirtiendo. Es imposible abrir un mercado y que genere beneficios de inmediato. Estamos cerca de conseguir el equilibrio en los principales plazas; en Brasil quizá el próximo año.

-¿Contemplan buscar un socio que les acompañe en ese crecimiento?

-No. Lo haríamos por necesidad económica, y no es el caso. Y si necesitamos ingresos adicionales recurriremos a financiación bancaria. Un socio no aportaría valor. Desde 1906 esta empresa es 100 % familiar y seguirá así.

-Habla de la fábrica, su única fábrica. Sus planes pasan por ampliarla. ¿Cómo van?

-Ya hicimos una primera ampliación, en el 2012, y empezamos a estar apretados. Nuestra ilusión, sueño y ambición es tener una única fábrica, porque creemos que ayuda a tener un posicionamiento mejor, a que toda la cerveza salga del mismo sitio. En la ciudad de A Coruña hay muy buena agua, y la cerveza es un producto cuya base es el agua. Nuestra idea es tener esta fábrica aquí. Y estamos hablando con los órganos competentes [el Ayuntamiento], porque tenemos necesidad de más suelo. Hay unos campos de fútbol al lado, y estamos tratando, con muy buena voluntad de todas las partes, de que esos campos se vayan a otro sitio, y los terrenos se puedan recalificar como uso industrial.

-Ya había un convenio firmado con el anterior gobierno local para hacerlo. ¿No se va a ejecutar?

-Ese convenio garantizaba que haríamos una inversión de 140 millones de euros, y la creación de 250-220 empleos. Ese convenio está en vigor, y el nuevo gobierno local lo está chequeando, como es lógico, acaban de aterrizar. Y estoy seguro de que se cumplirá ese sueño.

-¿Se han planteado llevarse a otro sitio la fábrica?

-La idea es seguir aquí. Pero si no se puede ampliar aquí, lamentablemente, tendríamos que hacerlo en otro lado, porque podemos llegar a un colapso. Por logística, habría que ir más cerca del sur de España. Ahora bien, no se ha mirado nada, no se ha movido nada por ahora. En un año tenemos que tenerlo claro.

«Entraremos en Italia, y también exploraremos el mercado cubano»

Hijos de Rivera, a través de Estrella Galicia (el resto de negocios, como aguas o sidras es puramente local), está presente en una veintena de países, con filiales en Estados Unidos, Europa, Japón, Filipinas y Brasil. En este último, un país en el que más ha insistido e invertido el grupo, las cosas no pintan bien. «Brasil es cíclico, ni estaba tan bien como todo el mundo decía, ni está tan mal como se dice ahora. Nos afecta poco, es un mercado que puede crecer, y por consumo es cinco veces el de España. Allí somos una hormiga, y no va a cambiar nuestra estrategia allí», explica Ignacio Rivera.

-¿Están buscando otros mercados latinoamericanos?

-Sí, el eje Colombia-Perú-Chile es el que vemos más maduro. Ya hacemos cosas en Argentina, Paraguay, Uruguay... Y son mercados que afrontaremos en breve. Y también exploraremos el mercado cubano, que ha liberalizado el mercado de la cerveza. Y una ilusión es México, un mercado muy grande y muy cervecero.

-¿Y Europa?

-Es posible que entremos en el mercado italiano el próximo año. En Inglaterra estamos con un buen distribuidor, en Portugal tenemos distribuidora propia... Otra cosa es que no contamos ni con recursos ni con personas para poder poner el foco en todos los países, y nos centramos en unos cuantos.

-¿Qué les frena?

-Que, antes de nada, estamos en una expansión nacional, y el esfuerzo de España condiciona todas las inversiones. Llevamos apenas 5 años de campaña nacional, aunque parece que estamos ahí desde siempre.

-Y mientras, ¿qué pinta Galicia en el grupo?

-Hemos crecido mucho fuera, sí, pero también en Galicia. No le diré el porcentaje de mercado que teníamos antes y que tenemos ahora en nuestra tierra, para que no lo sepan los competidores, pero sigue siendo nuestro primer mercado. Sentimentalmente y económicamente.

-Metieron 4 millones en NCG Banco (ahora Abanca) junto a otros empresarios, que perdieron tras la intervención del FROB. Se recurrió judicialmente, se perdió... ¿Cómo está el asunto?

-Recurrido en la Audiencia Provincial. Nos metimos porque consideramos que era importante para Galicia contar con una entidad financiera propia, y con toda la ilusión.