El delegado de Economía y Hacienda del gobierno de Carmena asegura que cuando venzan los contratos con estas entidades no se renovarán
19 oct 2015 . Actualizado a las 19:15 h.El delegado de Economía y Hacienda de Madrid, Carlos Sánchez Mato, ha definido a las agencias de calificación como las «cotillas del pueblo» que además salen «muy caras» (120.000 euros anuales entre Standars & Poors y Fitch), lo que ha llevado a Ahora Madrid a pensar que ese dinero «sería más útil para otras cosas», sobre todo cuando hay un compromiso de no endeudarse más.
Mato ha aclarado que «el Ayuntamiento no ha prescindido del rating» sino que cuando venzan los contratos, al final del ejercicio, «no se van a renovar, que no es lo mismo». «A las agencias, si les parece oportuno, darán el rating de Madrid y si no lo hacen porque no les paguemos 120.000 euros pues será decisión suya», ha lanzado en la comisión del ramo.
Ahora Madrid no dice a las agencias que no opinen sobre el Ayuntamiento sino que ellos han tomado la decisión de no pagar un dinero «que es mejor no gastar aunque sea reducido», en comparación con el presupuesto anual, «sobre todo si no tiene utilidad para los ciudadanos». También ha recordado que ambas agencias han sido condenadas por tribunales «por manipular el Euribor, por ejemplo». Son las mismas que calificaron a Detroit con AAA cuando luego se fue a la bancarrota.
Desde las filas del PP, el concejal José Luis Moreno ha empezado su intervención asegurando que no quiere defender a las agencias de rating, a las que conoce muy bien por su anterior cometido en el Gobierno regional, porque es «incómodo trabajar con ellas» al ser «terriblemente impertinentes». Incluso ha asegurado que «muchas de las preguntas que hacen son crueles».
Moreno ha defendido en la comisión de Economía y Hacienda la necesidad de «seguir trabajando con ellas», con independencia de la incomodidad que generen. Hay que hacerlo «por estrategia» y pensando en lo que es «mejor para los ciudadanos». En el 2012 se incorporó a la Comunidad para gestionar el endeudamiento y con ese bagaje ha asegurado que «si no había rating, los inversores no hablan».
«Son como los examinadores del carnet de conducir, que son las personas más odiadas por los conductores, pero sin ellos no hay permiso para conducir», ha puesto de ejemplo. También ha recordado que ninguna Administración, ni siquiera el Ayuntamiento de Barcelona, con Ada Colau al frente, ha prescindido de las agencias. «A veces es un poco arriesgado ser pionero», ha opinado.
Sánchez Mato le ha contestado, siguiendo con el símil de los examinadores, que las agencias plantean cuestiones «que nada tienen que ver con el coche», en este caso con la deuda, como la política social de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo (EMVS) o la retirada de una subvención a la escuela de tauromaquia Marcial Lalanda.