El Estado galo, que es accionista del grupo, rechaza que Tavares se doblara el sueldo hasta los 5,2 millones
30 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La subida de sueldo del presidente de PSA Peugeot Citroën, el portugués Carlos Tavares, no ha gustado a casi nadie, empezando por el propio Gobierno francés, que es accionista de la multinacional (tiene el 14 %), tras acudir en su rescate en el 2014.
El ministro galo de Finanzas, Michel Sapin, no ha tenido pelos en la lengua para criticar públicamente esta acción. Este incremento de la remuneración es «dañino», dijo ayer en una entrevista a la emisora France Inter.
Sapin explicó que los dos representantes del Estado francés en el consejo de administración de PSA votaron en contra del aumento de la nómina de Tavares hasta los 5,24 millones de euros previsto en las cuentas del ejercicio 2015, una suma que dobla la cantidad de la que disfrutaba hasta ahora. «Si la participación pública hubiera sido mayor, se hubiera podido bloquear esa remuneración», se justificó el ministro. Tavares, que llegó a la presidencia de la multinacional francesa a principios del 2014, ha logrado incrementar su salario un 450 % en solo dos ejercicios. Ya en su primer año de gestión, la nómina del patrón de PSA se disparó un 211 %, hasta los 2,7 millones de euros. El motivo de esta subida fue haber sacado al constructor de los números rojos. Precisamente, este premio económico coincidió en el tiempo con la bajada salarial del 5 % aprobada para la plantilla de Vigo.
El nuevo incremento, revelado el sábado por el diario Les Echos, incluye, 1,93 millones de remuneración variable y 1,3 de cuota fija, además de 130.000 acciones denominadas de «rendimiento» concedidas en el ejercicio y valoradas en dos millones de euros.
PSA lo justifica como un premio a Tavares por haber cumplido en un 99 % los objetivos marcados en el 2015 y haber devuelto al grupo a los beneficios. «Su compensación puede parecer importante para mucha gente, pero no creo que sea desproporcionada», ha manifestado el presidente del consejo de vigilancia, Louis Gallois, que señaló que la recuperación de la compañía se debe en buena parte al trabajo de Tavares. «Es normal que su remuneración lo refleje», dijo.
Malestar en Vigo
La decisión ha sentado muy mal a los trabajadores del grupo en Francia, y también en Galicia. «Es una subida salarial desorbitada, sabiendo que se hace a costa de la precarización de nuestras condiciones laborales», afirmó Santiago García, representante de CC.?OO. en la factoría de PSA en Vigo. «No es el mejor ejemplo que se pueda dar en un momento en el que los esfuerzos están siendo tan importantes, en términos de reducción de empleo, aumento de la productividad o contención de costes», manifestó Rubén Pérez, líder de UGT en la factoría viguesa.