
Solo hay que saber multiplicar para entender el negocio que se mueve en torno a las oposiciones. No el importe de las clases en academias, sino al día del examen
15 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Solo hay que saber multiplicar para entender el negocio que se mueve en torno a las oposiciones. No me refiero al importe de las clases en academias, sino al día del examen. Me explico: la Xunta acaba de anunciar que los exámenes para acceder a las 201 plazas para el Sergas se realizará los días 28 y 29 de este mes en el recinto ferial de Silleda. Hay 12.699 aspirantes a las siguientes plazas: logopedas, técnicos en farmacia, técnicos superiores en radioterapia, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas, técnicos superior de higiene bucodental, técnico superior de laboratorio, enfermería especializada en obstetricia y ginecología, técnico superior en anatomía patológica y citología, técnico superior en imagen para el diagnóstico y terapeuta ocupacional.
Para poder presentarse a la prueba, cada uno de los interesados tiene que abonar una cantidad de dinero, que varía en función de la categoría a la que quieran acceder. Echemos la cuentiña: con tal de que pongan 30 euros por cabeza -es una media-, la Xunta recaudaría 380.970 euros. Un chollo que se repite muy habitualmente. ¿Por qué? Pongamos como ejemplo las plazas de enfermeras. Para trabajar hay que apuntarse a las listas de contratación, en las que se tienen muy en cuenta el resultado de las oposiciones. Por lo tanto, los interesados se apuntan a todas las convocatorias que haya. Es más pagan también por presentarse a los exámenes de Madrid, Canarias o Andalucía, o a donde haga falta ir. 20.000 enfermeras en paro es una cantidad suficiente como para hacer un tour por toda España.
Pero el trasfondo de esta crónica es dar a conocer el dinero que embolsa la Xunta con este tipo de exámenes. Tarea imposible porque cuando se le pregunta a la Administración argumenta que están cuantificándolo. Sí ofrecen algunos datos argumentativos: no se puede hacer la multiplicación de 30 euros por el número de alumnos porque «hay muchos exentos»; el mayor gasto lo supone el alquiler del recinto de Silleda -limpieza y seguridad incluidas, entre otras cosas-, que se sitúa entre «100.000 y 140.000 euros», y las dietas que se abonan a los 170 colaboradores necesarios, entre ellos los miembros del tribunal. Luego hay que mover a la policía autonómica -custodia los exámenes-, a la local, es necesario ponerse en contacto con los responsables de la autopista para que no se formen colas, etcétera, etcétera, etcétera. Lo curioso es que desde la Xunta también se indica que para el desarrollo de las oposiciones hay comprometidas partidas en los orzamentos. Así que, a falta de conocer datos económicos exactos, 30 euros multiplicado por casi 13.000 aspirantes es un chollo.
sofia.vazquez@lavoz.es