Halago, que lleva la vieja planta de Panrico en Santiago, quiere despedir a sus 42 empleados

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

SANDRA ALONSO

Ante la caída de actividad, los trabajadores ya sufrieron un expediente de regulación temporal de empleo durante el pasado año, que incluso llegó a ser anulado judicialmente

05 ene 2017 . Actualizado a las 13:01 h.

La empresa Halago Alimentaria, continuadora en Compostela de la antigua fábrica de Donuts y Panrico, pero que ahora nada tiene que ver con esas empresas, ha hecho llegar al comité de empresa la documentación con la que pretende justificar un ERE extintivo que afectaría al 100 % de la plantilla. Estarían afectados los 30 trabajadores de la planta de Santiago, en el polígono del Tambre, y los 12 de la distribuidora, situada en Oímbra (Ourense). La plantilla secundó ayer una protesta a las puertas de la fábrica compostelana, donde estuvieron también los representantes sindicales, tanto de la CIG como de Comisiones Obreras. Según los sindicatos, de una primera lectura de la documentación aportada por la empresa se deduce que la intención de Halago Alimentaria es cerrar los dos centros de trabajo.

Ante la caída de actividad, los trabajadores ya sufrieron un expediente de regulación temporal de empleo durante el pasado año, que incluso llegó a ser anulado judicialmente. Los sindicatos sostienen que la documentación está plagada de generalidades, inconcreciones, y ni siquiera aporta los datos que la legislación establecería como obligatorios.

Incertidumbres

Los trabajadores se concentrarán hoy de nuevo delante de la Xunta, y en las próximas fechas volverán a hacerlo tanto a las puertas de la empresa como en las inmediaciones de San Caetano, sede de los servicios centrales de la Administración autonómica gallega.

Tanto Comisiones Obreras como la CIG sostienen que existen enormes dudas sobre los movimientos económicos y financieros de esta empresa, tanto por la contabilidad entregada por Halago a los miembros de la representación sindical, como por el importante volumen de negocio de esta sociedad con otras empresas vinculadas en el norte de Portugal.

«Preténdesenos facer crer que nun só mes, como decembro de 2015, as perdas incrementáronse só nun millón de euros, ou dito doutro xeito, que decembro xerou tres veces máis perdas que o conxunto dos outros once meses», denunciaron ayer los representantes sindicales.

Comisiones Obreras y la CIG han hecho un llamamiento a la Xunta para que investigue, dentro de sus competencias, cuál es la situación real de la compañía.