Ana Botín traslada a Feijoo que estudiará mantener la marca Pastor

d. sampedro / a. balseiro SANTIAGO, SANTANDER / LA VOZ

ECONOMÍA

JUAN MEDINA | reuters

Todos los partidos coinciden en pedir al Santander que preserve la filial gallega

22 jun 2017 . Actualizado a las 14:59 h.

Todavía no hay nada en firme, ni en un sentido ni en otro, pero el Banco Santander está pensando la posibilidad de conservar la marca del Banco Pastor, con sus 241 años de historia. Eso es al menos lo que se desprende de las palabras que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, pronunció ayer en el Parlamento, donde desveló parte del contenido de una carta y una conversación telefónica que mantuvo con Ana Botín, presidenta del Santander, quien se comprometió a «estudiar» las propuestas que le trasladó el jefe del Ejecutivo autonómico. Es la primera comunicación conocida de la presidenta para referirse a Galicia, la comunidad en la que el Santander tendrá ahora mayor cuota de negocio en España.

Las propuestas de Feijoo se pueden resumir en tres, según explicó el propio presidente en O Hórreo. «O primeiro compromiso é manter o emprego», señaló el mandatario gallego, que también defendió preservar la marca propia del Banco Pastor, pues entiende que es bueno para sus trabajadores y para la comunidad. En tercer lugar, la carta remitida a Botín plantea crear «unha peza separada» para los accionistas que acudieron a las ampliaciones de capital realizadas por el Popular tras engullir el Pastor con el fin de abordar fórmulas para que puedan ser indemnizados. Hay miles de pequeños ahorradores gallegos en esa circunstancia.

El planteamiento de Feijoo fue respondido por escrito por la presidenta del Santander, que al igual que hizo más tarde en un contacto telefónico, se comprometió -siempre según la versión de la Xunta- a estudiar las propuestas que le hizo llegar el mandatario gallego. Fuentes del Santander confirmaron posteriormente que el «tono» de la respuesta de Ana Botín a Feijoo fue en los términos descritos. Y si bien matizan que la política del Santander es la de la «marca única», subrayaron que en el caso que interesa a Galicia no hay todavía ningún escenario decidido.

Reclamación compartida

En todo caso, la propuesta para mantener la marca propia del Pastor para operar en el mercado es ampliamente compartida en Galicia. La defienden los sindicatos, la plantilla y los clientes, como se ha constatado en los últimos días. La hizo valer desde el portavoz del PSdeG, Fernández Leiceaga, en una carta remitida a Botín. Y también lo defienden los representantes de En Marea y BNG. Y así lo expresaron ayer cuando recibieron en O Hórreo a los miembros del comité de empresa del Popular-Pastor, así como muchos ahorradores y clientes de la filial gallega.

No obstante, ese punto coincidente en torno a la marca del Pastor no impidió que ayer el tenso debate parlamentario, en el que el portavoz de En Marea, Luís Villares, y su homóloga del BNG, Ana Pontón, aprovecharon para ajustar cuentas con el líder del PPdeG por la desaparición del sistema financiero gallego y manifestar que parecía haber estado «en Babia» mientras se gestaba la venta del Popular.

Desde la oposición, con todo, se mostraron escépticos acerca de que el Santander acceda a mantener la marca del Pastor. «É como pedirlle un lobo que non zampe as ovellas», dijo Pontón. «O Santander é o eucalipto do sistema financeiro, acabou coa diversidade», añadió Villares.

Con todo, Feijoo convino con ellos en la necesidad de «investigar ata o final» lo ocurrido con el Popular-Pastar. «Como mínimo», prosiguió el presidente, habría que investigar las «últimas ampliacións de capital» y las condiciones en que mucha gente (y también muchos empleados) compró acciones que «agora valen cero».

Goirigolzarri alerta de los riesgos de una excesiva concentración del sistema financiero

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, advirtió ayer de los riesgos que supone una concentración excesiva del sistema financiero y señaló, al hilo de la reciente compra del Popular por el Santander, que en España no veía en el futuro menos de «cuatro o cinco grandes bancos» por «razones de concentración de riesgo y de alternativas de financiación». Recordó que durante la crisis el proceso de concentración bancaria había sido «muy fuerte», ya que la cuota de mercado que controlan los cinco grandes grupos ha pasado del 42 % en el 2008 al 72 %.

Así, pidió «reflexionar» desde el punto de vista de la financiación de la economía y del tejido empresarial, destacando que en Europa el crédito está muy bancarizado, «mucho más que en EE.UU., y aún lo está más en España». En su intervención en el curso La cuarta revolución. ¿Cómo afecta la agenda digital a la economía y a la industria?, organizado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), matizó que el número de entidades no necesariamente comprometía el nivel de competitividad, asegurando que en España seguía habiendo «una competencia extraordinaria».

El Popular, demasiado grande

Goirigolzarri también admitió que Bankia no había ido a por el Popular por el «riesgo» de la operación, ya que el banco era demasiado grande, como lo demostraba que el Santander tenga que ampliar capital por 7.000 millones para integrarlo. Sin embargo, el ejecutivo reiteró que la operación «tenía toda la lógica industrial» para Bankia. «Eso es así, pero llegamos a la conclusión de que era una operación que nosotros no podíamos asumir por razones de riesgo». Negó que hubiera recibido presiones políticas para entrar.