Los altos funcionarios gallegos, los únicos que cobran menos que los de la Administración General

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XOÁN A. SOLER

La brecha salarial entre un empleado estatal y otro autonómico con el mismo rango puede llegar a los 21.600 euros al año

28 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«A igual trabajo, mismo salario». Es el lema de la campaña lanzada por el sindicato CSIF para reclamar igualdad salarial entre el personal de las distintas Administraciones públicas, la misma bandera que desde hace semanas agitan policías y guardias civiles. Unas diferencias que, según el estudio presentado ayer, suponen que un empleado público estatal cobre, de media, un 25 % menos que otro que desempeñe el mismo puesto al servicio de una comunidad autónoma.

Según ese informe, las desigualdades en las nóminas de los colectivos analizados oscilan entre los 1.000 euros anuales para el personal laboral destinado a tareas de mantenimiento y servicios y los 21.600 euros de un funcionario del subgrupo A1 respecto a otro con el mismo rango que trabaje para la Administración vasca.

Solo hay una excepción en esa «discriminación» que, según CSIF, sufren los 230.000 trabajadores de la Administración General del Estado. Y se da en Galicia, la única comunidad entre las diez analizadas donde los altos funcionarios cobran menos que sus homólogos estatales.

De acuerdo con el estudio del sindicato, un empleado público con titulación superior (grupo A1) en plantilla de la Xunta percibe un salario base de 38.998 euros al año. Esa cantidad (que incluye el complemento específico y el de destino, pero no antigüedad, productividad ni trabajos extraordinarios, que se excluyen porque tienen criterios de reparto específicos) supone un diferencial de más de 1.800 euros anuales respecto a otro funcionario con el mismo rango en la Administración del Estado.

Un escalón por debajo, en el subgrupo A2, la diferencia se recorta a 809,5 euros anuales, también a favor de los trabajadores estatales.

La situación se invierte en los trabajadores del grupo C (tanto C1 como C2), que sí están mejor pagados por la Xunta que por la Administración estatal, ya que cobran 2.500 y 1.300 euros más al año, respectivamente, aunque siguen siendo los peor pagados de todas las comunidades analizadas (solo en el caso de los C1 hay una región, la Comunidad Valenciana, con menores retribuciones).

Y es que el informe, con el que CSIF quiere ilustrar el «agravio comparativo» que sufren los empleados de la Administración General del Estado, también evidencia las enormes diferencias que se producen de una comunidad a otra, que pueden llegar al 40 %. Es lo que gana de más un alto funcionario vasco, grupo A1, respecto a otro gallego con el mismo rango. Una diferencia que en la nómina anual se traduce en 23.400 euros. Y es que los territorios forales (Navarra y el País Vasco) son, junto a Cataluña, las autonomías que mejor pagan a sus trabajadores.

Corregir los desequilibrios

«Históricamente, los empleados de la AGE han sido especialmente castigados. No tiene sentido que perciban menores retribuciones que en las comunidades», señaló ayer el secretario de acción sindical de CSIF, Francisco Camarillo, quien recordó que a las diferencias salariales hay que unir la pérdida de poder adquisitivo por efecto de los recortes aplicados en los últimos años, que junto a la disminución de efectivos redujeron la masa salarial en 1.657,7 millones de euros desde el 2010. Por eso, piden que se destine esa cantidad a la equiparación salarial de los empleados públicos, reservando una partida de al menos 500 millones en los próximos Presupuestos.

Precisamente, la parálisis en la tramitación de esas cuentas por la crisis catalana frustró también el diálogo para la subida de sueldos en la función pública. Negociaciones que ahora quieren retomar, por lo que han empezado una ronda de contactos con los grupos políticos y reclaman una reunión con el ministro de Hacienda, al que advierten de movilizaciones si no hay avances.