El Santander forma un nuevo consejo en el Pastor para iniciar su integración

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Mónica P. Vilar

Incorpora a su delegada en Galicia y a dos independientes para la renacida dirección

30 nov 2017 . Actualizado a las 17:04 h.

El Banco Santander ha tomado ya sus primeras medidas para controlar el Pastor. La entidad anunció la noche del martes el nombramiento de Isabel Tocino como nueva presidenta de su filial gallega, la segunda mayor entidad financiera de la comunidad, y a su alrededor ha conformado un consejo de administración con cuatro personas, entre personal de las dos marcas y directivos independientes. Ninguno de ellos, por cierto, gallego. Es una manera que iniciar la transición hacia una integración total que se completará a inicios del 2019, cuando toda la red funcione como una sola, está por ver con qué denominación.

El consejo del Pastor, con sede en A Coruña, se ha conformado con Isabel Tocino al frente -no está claro si con funciones ejecutivas- y los dos máximos responsables en Galicia del Pastor y del Santander. El primero, Fernando Merino Rodríguez, que fue nombrado director general de la firma gallega hace justo un año, y que mantiene vigentes todas sus funciones. Es el encargado de llevar el día a día del Pastor. La segunda es Rosario García Alonso, directora territorial del Santander en Galicia desde el año 2015. Es una buena conocedora del entramado empresarial y de particulares en la comunidad, porque ya antes fue directora regional de Banesto.

Junto a estos tres banqueros, dos consejeros independientes: el ingeniero Javier Ibarrola Mendiguren, profesor universitario, ingeniero, e históricamente vinculado al Santander; y Pedro Azcárate, economista, actualmente consejero en la empresa de infraestructuras Ezentis.

Tras la disolución en verano del anterior consejo -presidido por José María Arias-, la recuperación de una estructura estable en el Banco Pastor refuerza la idea de que el Santander sigue estudiando mantener en Galicia una entidad propia, al menos durante un tiempo, en contraste con la intención inicial del equipo de Ana Botín. Con la compra del Popular a inicios de junio, dio un salto gigantesco en la comunidad, donde controla casi el 30 % de la red y del negocio bancario, convirtiéndose en el segundo agente financiador. Los sindicatos y los grupos políticos han pedido, incluso por escrito a la propia Botín, el mantenimiento de esta bicentenaria firma tan asentada en Galicia.

Parte del informe sobre el rescate del Popular tendrá que ser desvelado

La familia chilena Luksic, uno de los antiguos grandes propietarios del Banco Popular, ha conseguido que la Junta Unica de Resolución (JUR) europea tenga que dar cuenta del informe elaborado por la firma Deloitte, informe en el que se basó para determinar el rescate y posterior venta de la entidad al Santander. Esa es la decisión que ha tomado el panel de apelación de la JUR ante el recurso de Aeris Invest (la sociedad con la que esos inversores participaban en un 3,45 % del Popular) había presentado para conocer el contenido tanto del informe, en el que se valoraba entre -2.000 y -8.200 millones al banco, como otros documentos con datos relevantes para ejercer su defensa tras las demandas presentadas para determinar responsabilidades por aquel rescate.

Recuperar negocio y activar a la plantilla, prioridades en la agenda de la cúpula

El nombre de Isabel Tocino (hasta ahora no se conocía el del resto del consejo) estaba ayer en boca de toda la red del Pastor y del Santander en Galicia, un grupo de 400 oficinas con unos 2.100 empleados. Y, según explicaban empleados, se acogió con una mezcla de esperanza y escepticismo, como coincidían en apuntar dos empleados. «Como siempre que hay un cambio, pero más en un momento como este», añadía uno de ellos. Ese momento que cita es la negociación de un primer ERE que afectará a cinco centros de trabajo. Pero también la indefinición que tiene la plantilla sobre el futuro del Pastor, una marca con un fuerte peso en Galicia, con más de 240 años de historia, pero que lleva un lustro en el alambre, desde su compra por parte del Popular, que apartó a los accionistas históricos del grupo, hasta la compra en subasta exprés por parte del Santander y en medio de una fortísima crisis bursátil y de reputación.

Estos son los desafíos a los que se enfrenta el nuevo consejo que dirige la exministra:

EL NEGOCIO

Más de 900 millones a recuperar

Hasta su intervención el 7 de junio, el Banco Popular acumulaba seis meses de pérdida constante en bolsa y salida en masa de depósitos de la clientela. Fue de tal magnitud esa huida que acabó provocando una crisis de liquidez en la entidad, que se vio obligada a pedir el rescate. En esa crítica situación, la filial gallega aguantó bastante mejor. Si el banco se dejaba este año un 20 % en depósitos de clientes, el Pastor lo hacía en un 2,5 %. La fidelidad se mantuvo casi hasta el último día, cuando el pánico también llegó a las oficinas. Los últimos datos revelan que el Pastor tiene aún ahora 900 millones de euros menos de particulares. Hay mucho camino para volver a una situación óptima (alcanzar los 8.800 millones en cuentas). Será imprescindible reactivar a una red muy extensa, pero desalentada.

LA PLANTILLA

Pendiente de los ajustes

La plantilla del Popular-Pastor ha vivido tres ERE en los últimos cinco años, está negociando un cuarto tras la compra por parte del Santander, y se espera uno más para el 2019, cuando se integre de forma efectiva toda la red. En ese contexto, explican los sindicatos, es difícil recuperar el negocio perdido. Será clave la política comercial que se implante desde el nuevo consejo, y los incentivos a los trabajadores.

LOS ANTIGUOS ACCIONISTAS

Compensiones en su fase final

Parte del negocio perdido en los últimos meses tiene que ver con el disgusto que provocó entre los clientes la pérdida de sus acciones tras la intervención del Banco Popular (la matriz del Pastor) por parte de la UE. El Santander ha lanzado, de forma voluntaria, una campaña comercial (unos bonos) para compensar a esos accionistas, campaña que acaba la próxima semana. La aceptación de esa oferta en Galicia también será clave para ver cómo respira el mercado.

LA HUELLA GALLEGA

Preservar la marca

Lo que decida una persona tan cercana a Ana Botín como Isabel Tocino será determinante en la decisión que tome el banco sobre preservar la marca y la huella gallega que supone el Pastor dentro del Santander. Es una reclamación unánime de plantilla y de partidos políticos.

LA COMPETENCIA

Rearmada para arañar negocio

Cada operación de fusión deja clientes descontentos. Ha sucedido así siempre. Y en ese mar revuelto, pesca la competencia. Desde mediados de verano los otros grandes operadores gallegos se están moviendo para ir captando el negocio que deja el Pastor sin atender. Lo hacen con campañas de captación, pero también reorganizando su red en las zonas urbanas.

Isabel Tocino: Una década junto a los Botín tras ser ministra y fallida sucesora de Fraga

r. s.

Isabel Tocino (Santander, 1949) vuelve a Galicia, el lugar en el se puso freno a su meteórica carrera política. Fue en 1989 cuando un grupo de diputados (unos aún poco conocidos Rato, Trillo, Cascos y Gallardón) se plantaron en el chalé de Fraga para convencerle de que el sucesor en la entonces AP tenía que ser José María Aznar y no ella, la preferida del de Vilalba. No fue la sucesora, pero sí ministra, durante cuatro años (1996-2000), en Medio Ambiente. Profundamente religiosa, madre de siete niños, abogada experta en energía nuclear y residente en Madrid desde hace décadas (no se espera un traslado a Galicia), a Isabel Tocino la vida personal le da dado serios reveses, pero la profesional le ha ido viento en popa. En el 2002 dejó la política y desde entonces ha ido simultaneando asientos, del Consejo de Estado a algunas de las más potentes empresas españolas, de Ence a Naturhouse, de Enagás al Santander. Al lado de los Botín lleva desde el 2007, primero en Emilio, luego con su hija, de quien se ha convertido en una estrecha colaboradora. Ahora le toca presidir, no solo opinar.