Botas: «Lo que nos hace únicos es poder hablar de cuánto mide un ferrado»
ECONOMÍA
Para el consejero delegado de Abanca, el reto es crecer manteniendo la raíz gallega
16 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Dice Francisco Botas, consejero delegado de Abanca, que una vez cobrada la factura de la crisis, que forzó una reestructuración imprevista y dolorosa de la banca española (por el camino quedaron 80 entidades, casi un tercio de los empleos y aún más porcentaje de oficinas), el sector encara ahora un nuevo proceso de transformación que, aunque ya previsto y, por lo tanto, más planificado, supone un reto mayúsculo para definir el futuro del negocio.
En una conferencia sobre los cambios y los retos de la banca española impartida en la sede coruñesa del Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa (Ieside), el directivo de la primera entidad gallega recordó que, en el proceso de transformación digital que están acometiendo los bancos, emergen nuevos competidores que les ganan en tamaño. Son las grandes tecnológicas, las Apple, Google, Facebook o Amazon, «expertas en la explotación masiva de datos» y en proporcionar una gran experiencia de cliente, lo que ha convertido a sus usuarios en «fans» y les ha abierto la puerta a un negocio tan jugoso como el de las finanzas. Para contrarrestarlas, dice Botas, los bancos deben apoyarse en las fintech, compañías tecnológicas de menor tamaño, pero con ideas transformadoras que les pueden ayudar a adaptarse al nuevo entorno y a generar más valor. Eso, y aprovechar que los ciudadanos todavía prefieren confiarle su información financiera a una entidad tradicional antes que a una tecnológica, una ventaja competitiva nada despreciable.
Pero aunque la digitalización está en el centro del proceso de cambio (no en vano, el 49 % de los clientes de Abanca son ya usuarios digitales activos, aunque Botas insistió en que no se puede distinguir entre «un cliente de oficina y uno de móvil, hay un cliente omnicanal»), hay otras amenazas para los bancos. Desde los constantes cambios regulatorios a un entorno de tipos de interés negativos que «nunca nos imaginamos» y que, aunque reducen el margen de beneficio de los bancos, ofrecen una oportunidad a empresas y particulares para acometer inversiones. Eso sí, advierte de que esos bajos intereses no pueden cegarnos sobre el coste de la financiación a medio y largo plazo: «Ojo, que el endeudamiento con tipos cero no es lo mismo que con un 3 %», dijo para prevenir de que un aumento de tipos en el medio plazo puede encarecer sensiblemente la factura mensual de un préstamo.
Pero, ponderados los riesgos, Botas aseguró que en el banco «estamos deseando dar crédito, es nuestra función social número 1» y exhibió un crecimiento del 6 % en ese apartado en Abanca.
Más allá de estos indicadores o del incremento a dos dígitos del beneficio, para el ejecutivo el verdadero hecho diferencial de la entidad gallega es su vinculación con la comunidad, en la que cuenta con tres mil proveedores y en la que contribuye a generar el 12 % de la riqueza y el 13 % del empleo: «Al final lo que nos hace diferentes es poder hablar con el cliente de cuánto mide un ferrado en cada zona o de cuánto produce una batea según la ría en la que esté».