Jenaro García, responsable de una sonada estafa y a la espera de juicio, prepara la salida de la nueva empresa
13 jun 2018 . Actualizado a las 07:18 h.Cuando están a punto de cumplirse cuatro años de uno de los escándalos contables más sonados en plena crisis económica española, el que fue presidente de Gowex resurge de sus cenizas. Jenaro García se mostraba como el adalid de los emprendedores con su empresa tecnológica, que prometía wifi gratis -y pretendía extender esta red por todos los confines hasta socializar las comunicaciones por Internet- al amparo de subvenciones, reconocimientos públicos y la confianza de inversores que vieron cómo sus ahorros -y toda su confianza- se diluyeron por las cloacas de la mentira.
El máximo accionista de esta compañía engañó entonces a casi todo el mundo y ahora, mientras espera el juicio por varios delitos económicos que causaron pérdidas en bolsa (cotizaba en el MAB, Mercado Alternativo Bursátil, exento del férreo control del mercado continuo) por más de 2.000 millones de euros, ya pergeña un nuevo plan para recuperar la estela del empresario que fue. Jenaro García regresa, dice, con un objetivo: resarcir a los afectados. Quiere redimirse, asegura en varias entrevistas concedidas estos días, y para ello vuelve a utilizar los resortes que entonces le llevaron a un éxito que resultó un fiasco: la publicidad y los contactos. Pretende recuperar la confianza de quienes entonces se vieron contagiados por el entusiasmo de un emprendedor y para ello ya le ha comunicado al juez que prepara la salida al mercado de la segunda parte de Gowex. La nueva compañía se llamará Gow2x, una empresa de base tecnológica sustentada, al igual que la original, en la comunicación inalámbrica. Quiere volver a demostrar lo bueno que es en lo suyo a cambio de muy poco, al menos al principio. Pues el aliciente para los burlados es contar con su participación «sin coste alguno para ellos».
Un impacto del márketing más elemental. Porque el dinero asegura que lo pondrá él. Deberá aclarar de dónde lo obtiene si es cierto que toda su fortuna (cinco millones de euros los trasladó de sus cuentas en Luxemburgo) la entregó hace cuatro años al juez para reparar parte del roto que causó con sus embustes.
Pero apela a su talento, a hacer las cosas de otro modo que merezca la pena, asegura. Emerge Jenaro García, a sus 50 años cumplidos hace unos meses, del barrizal que él mismo generó y con la sombra de una consultora estadounidense, Gotham, que destapó la falsedad de las cifras (ventas y beneficios desproporcionados) y le hizo despertar de su gran mentira.