Los astilleros de la ría de Ferrol enfilan una nueva etapa de esplendor, similar a la que vivieron hace casi dos décadas con la ejecución de las anteriores fragatas F-100 y las F-310 para la Armada de Noruega. No obstante, aún no será inmediato el arranque del futuro programa para la Marina española. Después de haber pasado por una auténtica travesía en el desierto, que llevó al vaciado de las gradas en los primeros años de esta década, la ocupación fue recuperándose hasta contar con nuevos pedidos. De hecho, en estos momentos, en la ría ferrolana se fabrican tres barcos militares, el Furor, que es el buque de acción marítima (BAM) para la Armada española; y dos de aprovisionamiento en combate para la Marina de Australia.
El BAM está prácticamente listo y será entregado a la Armada el próximo día 21 de enero, mientras que el primer logístico australiano acaba de ser botado.
La situación en Fene
Al otro lado de la ría, la antigua Astano en Fene, en alianza con la firma asturiana Windar Renovables, tiene en marcha los trabajos de construcción de una plataforma para un parque de eólica marina que promueve EDP en aguas de Portugal, obra que finalizará el próximo verano. Una nueva línea de negocio.
Navantia tiene todo listo para poner en marcha el nuevo programa de las F-110 en su astillero ferrolano, aunque, como sucede con este tipo de obras militares, antes de que llegue físicamente a los talleres habrá que desarrollar toda la ingeniería del contrato.