Miles de gallegos exigen más derechos y empleos dignos el Primero de Mayo

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

UGT y Comisiones celebraron en A Coruña su acto central en Galicia mientras que la CIG eligió Vigo para su manifestación central

01 may 2019 . Actualizado a las 18:34 h.

Primero de Mayo en Galicia. Y, como es habitual, sin unión sindical. Comisiones Obreras y UGT celebraron en A Coruña su acto principal en la comunidad, mientras que la CIG eligió Vigo para su manifestación central. En lo que coincidieron todos los sindicatos, con matices, es en las reivindicaciones de esta jornada festiva: recuperar derechos para los trabajadores y poner a las personas en el centro de las políticas públicas.

«La Lucha continúa. + Derechos + Igualdad + Cohesión. Primero las personas» es el lema elegido por las centrales mayoritarias para las 70 marchas organizadas en distintas ciudades del país. Para UGT y Comisiones, es imprescindible que el nuevo Gobierno ponga en marcha un programa de izquierdas que haga frente a las necesidades sociales que existen actualmente en España. «Las personas de nuestro país que están en el desempleo o que tienen salarios en el salario mínimo interprofesional (SMI), o por debajo, no pueden esperar más tiempo», apuntó Pepe Álvarez, secretario general ugetista, durante la presentación del manifiesto.

Los secretarios generales de UGT y CC. OO. en Galicia, José Antonio Gómez y Ramón Sarmiento, respectivamente, pidieron en A Coruña premura en la constitución de un Gobierno de izquierda que restituya los derechos laborales recortados durante la crisis. Los dos líderes sindicales gallegos instaron a Pedro Sánchez a conformar un Ejecutivo «progresista» que derogue las dos últimas reformas legislativas en materia laboral y elabore un nuevo pacto para mejorar el sistema público de pensiones de jubilación. Los respaldaron en el mensaje los cerca de dos mil manifestantes, que hicieron del «Con Rivera no» uno de los cánticos más escuchados en la marcha.

Gómez indicó que las elecciones del domingo han dejado «una mayoría de izquierdas» y advirtió de que ahora «no se puede fallar a la población». Por su parte, Sarmiento expresó su esperanza de que eso facilite «un Gobierno de izquierdas y el fin de la devaluación de los derechos sociales y salariales».

Mientras, en Vigo, las distintas marchas convocadas por los sindicatos sacaron a la calle a miles de personas, entre ellas el alcalde, Abel Caballero y la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. También participa el secretario general de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero. La batukada feminista y un autobús descapotable rojo ponen el color y la música a la jornada en la que se reivindica el fin de la reforma laboral  y la mejora de los derechos laborales y los salarios. La marcha de la CIG movilizó a trabajadores de los principales sectores productivos, pero también a jubilados y feministas. El secretario nacional del sindicato, Paulo Carril (que estuvo acompañado por Ana Pontón y Ana Miranda, del BNG), reclamó la derogación de la reforma laboral y la defensa del sistema público de pensiones.

El sindicato nacionalista fue de nuevo el único que salió a la calle en Barbanza para reivindicar el Primero de Mayo, mientras que en  A Mariña la desunión sindical fue especialmente acusada. Comisiones Obreras, UGT y CIG, las tres centrales mayoritarias en la comunidad, se movilizaron por separado en diferentes localidades: Viveiro, Burela y San Cibrao, respectivamente. En Pontevedra, la incertidumbre respecto al futuro de la factoría de Ence marcó las celebraciones del Día del Trabajo.«Ence si, paro non», fue una de las consignas más coreadas en la marcha conjunta de UGT y Comisiones.

En Lugo, las dos marchas convocadas congregaron a unas 800 personas, mientras que en Santiago, en unas movilizaciones menos numerosas pero con gran presencia de políticos, se reclamó que esa recuperación a la que apuntan las grandes cifras macroeconómicas llegue también a los trabajadores, con salarios y pensiones dignas y mejores condiciones laborales.

Ambas centrales insisten en que es el momento de que los beneficios del crecimiento económico lleguen a todas las personas y de que la desigualdad y la pobreza deje de ser un problema «real» en la sociedad española. «Hay que volver al diálogo social, a la negociación colectiva sectorial, a la recuperación de la ultraactividad, a la autorización administrativa y la causalización del despido colectivo», apunta el manifiesto, que también insta a regular adecuadamente la subcontratación.