El mercado laboral envejece: por cada 20 nuevos trabajadores jóvenes hay 100 a punto de jubilarse
30 jul 2019 . Actualizado a las 12:21 h.Pese a que la primavera no fue tan fértil para el mercado laboral como se esperaba (con la cifra de creación de empleo más baja en los últimos cuatro años), el mercado laboral sigue restañando las heridas de la crisis. Lo hizo con casi quince mil nuevos afiliados a la Seguridad Social en Galicia en los últimos doce meses, según los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística, que además del balance general de la comunidad desglosó el reparto de esos nuevos puestos de trabajo por ayuntamientos.
Como es lógico, son las ciudades las que más oportunidades laborales crean (a la cabeza A Coruña, que de junio del 2018 al mismo mes de este año sumó casi 1.660 nuevos ocupados, por los 1.374 de Vigo), aunque el tamaño no siempre marca la diferencia. Y es que las urbes menos dinámicas, como Ourense y, sobre todo, Ferrol, se ven adelantadas por otros municipios que, con menos población, tienen un mayor pulso económico. Es el caso, por ejemplo, de Culleredo, Oleiros y Ames, localidades en las que cerca de 350 vecinos encontraron empleo en los últimos doce meses, frente a los 325 de la ciudad ourensana y los 51 de Ferrol, que ocupa el puesto 72 de las 313 localidades gallegas (por detrás de Mazaricos, Cedeira y Viveiro).
En total, según el IGE, en siete de cada diez ayuntamientos gallegos (217) se creó empleo en los últimos doce meses, mientras que en otros ocho la cifra de afiliados permaneció invariable (Laxe, Mesía, Cerdido, Zas, O Vicedo, Ribas de Sil, Guitiriz y Xinzo de Limia) y en solo en 88 se redujo el número de cotizantes censados en la localidad (la estadística mide el empleo por el lugar de residencia del trabajador, no por el de trabajo). Verín, A Pobra de Trives y O Barco de Valdeorras lideran los descensos de la ocupación, con 58, 49 y 42 vecinos ocupados menos, respectivamente.
Si se mide el crecimiento en términos relativos, el mayor avance se produjo en Negueira de Muñiz, donde la afiliación creció casi un 40 % en el último año. Claro que, si se traduce a cifras absolutas, la cosecha parece más escasa: 17 nuevos cotizantes (que parecen un mundo cuando se parte de solo 43 trabajadores). Pese a que la situación de su mercado laboral mejoró, y mucho, en el último año, la localidad lucense es la que presenta la peor proporción entre afiliados y parados de toda la comunidad (solo 2,5 trabajadores por cada desempleado).
Escasa renovación
La estadística laboral del IGE muestra también que, al igual que ocurre con la pirámide de población, la del mercado de trabajo también está invertida en la comunidad. De hecho, de las cifras que ofrece destaca que por cada cien trabajadores próximos a la edad de jubilación (por encima de los 55 años) solo hay 20 ocupados jóvenes, de menos de 25. Es lo que se conoce como tasa de sustitución, que en las ciudades es todavía más baja (en Santiago no llega a 13) y que da muestra de la carga que se le avecina al sistema público de pensiones en los próximos años, que, en ausencia de medidas correctoras, solo contribuirá a agravar el déficit milmillonario que ya padece en la actualidad.