Euskaltel quiere vender la red de fibra para financiar su plan de expansión

F. Fernández LA VOZ

ECONOMÍA

Protesta de trabajadores de subcontratas de R en A Coruña
Protesta de trabajadores de subcontratas de R en A Coruña

El comité se opone a esta operación, que también afectaría a la cablera gallega R

08 oct 2019 . Actualizado a las 21:19 h.

Eamonn O’Hare es fundador y consejero delegado del fondo británico Zegona, principal accionista de Euskaltel, dueño, a su vez, de la cablera gallega R. Hace unos días, en Londres, ante un grupo de analistas financieros, el responsable indirecto de la gran teleco del norte defendió la venta de la red física de fibra óptica de la compañía española para obtener cientos de millones de euros con los que reducir deuda y soportar la expansión de la operadora por todo el país.

El presidente del comité de empresa de Euskaltel, Javier Blanco, calificó como «nefasta» esta intención, pues supondría descapitalizar la empresa y dejarla sin una infraestructura fundamental para su futuro. Además, Blanco exigió al Gobierno vasco que evitase la operación, y recordó que buena parte de la red se ejecutó con fondos públicos.

El portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, replicó que «poco podría hacer para rescatar o alterar las condiciones de un bien de titularidad privada que originariamente fue público». En todo caso, Erkoreka avanzó que la idea de vender la red de telecomunicaciones no es nueva, y proviene incluso del equipo directivo anterior.

Si finalmente el consejo de administración de Euskaltel, dominado por Zegona, se hace eco de los deseos de O’Hare, la operación afectaría también a la red de fibra de R en Galicia, tal y como entiende el presidente del comité de la cablera gallega, Javier Gómez, aunque no tiene comunicación oficial alguna al respecto por parte de la dirección. Pero intentará despejar dudas. Para ello ha solicitado una reunión la próxima semana con el consejero delegado ejecutivo de Euskaltel, José Miguel García, al que no solo interrogará sobre la venta de la infraestructura. También sobre si presentará o no un expediente de regulación de empleo como temen muchos trabajadores. Y es que los ánimos están de punta desde principios de verano, cuando se produjeron 25 despidos en la compañía, diez de ellos en R en Galicia, y el temor es que la sangría no acabe ahí. En una reunión anterior con García, este evitó tranquilizar a los representantes de los trabajadores sobre si habría o no más reducciones de personal.

Con todas estas salidas, la plantilla de la cablera gallega suma en la actualidad 160 empleados. Cuando fue adquirida por Euskaltel, a finales del 2015, se aproximaba a los 200. 

Además de los trabajadores despedidos, otros quince de plantilla de R y 24 de la asturiana Telecable fueron traspasados este verano a la china ZTE, aunque mantienen las condiciones laborales y salariales. Esos operarios son los expertos en el mantenimiento de red. Gómez reconoce que ese movimiento les hizo pensar en que podría tratarse de un primer paso para vender la red física.

El presidente del comité de R, como su homólogo de la matriz Euskaltel, rechaza la venta de la infraestructura. La operadora gallega desplegó buena parte de su tendido de fibra por las principales ciudades gallegas y algunos polígonos industriales con apoyo económico tanto de la Xunta como del Gobierno central.