
El sector augura una caída de ingresos de 2.500 millones de euros
12 abr 2020 . Actualizado a las 20:30 h.Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma, los concesionarios han perdido más de 45.000 matriculaciones de vehículos nuevos y 30.000 usados. Son estimaciones de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto). Su presidente, Gerardo Pérez, calcula que se evaporarán 2.500 millones de euros en ingresos con el confinamiento, debido a la paralización del mercado y el cierre inducido de los puntos de venta.
En una entrevista concedida a Europa Press, Pérez ha anticipado que la crisis del Covid-19 va a poner patas arriba el mercado automovilístico español, que cerrará el 2020 encarando la «peor crisis» de su historia. Lo más probable es que la caída de las matriculaciones al cierre del año se sitúe entre el 30 % y el 40 % (unos 750.000 automóviles). En Galicia el desplome ya supera el 64,4 %, los peores registros que se recuerdan.
La horquilla podría variar en función de cómo evolucione la pandemia. Si se prolonga mucho el confinamiento o se decreta una apertura prematura que obligue a inducir otro apagón, las pérdidas podrían ser mayores. Con la demanda congelada y el proceso incipiente que se había abierto de cambio de hábitos entre los consumidores, el reto de «volver a la normalidad» es ingente. «Todo dependerá de cuándo se pueda volver a la actividad, y también de si se vuelve a dar o no un episodio de coronavirus después de este. Lo que sí es seguro es que los meses de abril, mayo y junio serán muy duros. Hasta después del verano difícilmente podremos hablar de un mercado que pueda acercarse a algo razonable», explicó Pérez.
Transición en el aire
A los problemas de un mercado en hibernación se le suma el desafío de la transición del sector, que antes de que estallase la pandemia ya había detectado la urgencia de acompasar su oferta a una nueva demanda de vehículos menos contaminantes y a la necesidad de acelerar las fusiones entre concesionarios para ganar competitividad: «La automoción saldrá irreconocible en muchos sentidos. Particularmente, los concesionarios solo podrán salir de esta desde la unión y acelerando también el proceso de concentración en el que ya estábamos. Eso incluye que se aglutinen aún más alrededor de su patronal, Faconauto», explica.
Ahora esa reconversión está en el aire. Aunque la patronal asume que las pérdidas serán multimillonarias, ignoran si levantarán el vuelo antes de que finalice el año. Apuntan que la deseada recuperación en «V» podría tardar más de lo esperado, por eso instan al sector a preparase, por lo menos, para una recuperación en «U».
Los desempleados: 151.000
El cierre de puertas y el hundimiento de la demanda ha impulsado al alza los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el sector de los concesionarios. Hoy son 150.000 los trabajadores que han perdido su empleo, pero esperan recuperarlo cuando se decrete el levantamiento del estado de alarma. Pérez insiste en que los ERTE son la mejor opción para no destruir los puestos de trabajo: «Es la herramienta que permitirá una reactivación más rápida y, justamente, el mantenimiento del empleo», sostiene.
También piensan en el día uno después del desconfinamiento. No será fácil retomar el ritmo de ventas del 2019, por eso urgen al Gobierno y la oposición a acordar medidas «extraordinarias» para garantizar la viabilidad y el futuro del sector de la distribución y la reparación de vehículos.