El Eurogrupo admite que habrá que mantener las medidas anticrisis hasta el 2022

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

Michael Kappeler / dpa

El comisario de Economía alerta del peligro de una recuperación más lenta y asimétrica de lo previsto

11 sep 2020 . Actualizado a las 18:04 h.

La pandemia sigue provocando sudores fríos a los ministros de Economía y Finanzas del euro. Al término de la reunión informal que mantuvieron hoy, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, admitió que la crisis no se puede dar por superada. Habrá que mantener los estímulos fiscales hasta que se afiance la recuperación y posponer la senda de ajuste del déficit y la deuda hasta el 2022 como mínimo. El irlandés no quiso poner fechas: «Costará mucho tiempo y trabajo deshacer el daño que ha ocasionado esta crisis», reconoció.

El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ahondó en el diagnóstico al asegurar que sería «más peligroso» retirar los apoyos a empresas y empleos «demasiado pronto» que «demasiado tarde». Un mensaje diametralmente opuesto al que blandió la Comisión en la última crisis. El italiano apuntó a dos grandes peligros: la ralentización de la recuperación observada en algunas economías y la salida desigual de la crisis.

Salida incierta 

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, que abogó por una retirada gradual de los estímulos anticrisis para evitar recaídas, advirtió a los países del bloque que deben actuar en el ámbito presupuestario y no caer en la «complacencia», apunta Efe. Y es que la «política monetaria acomodaticia» que está llevando a cabo el BCE para asegurar la transmisión de la liquidez en el Eurosistema no basta y precisa a su vez «política fiscal» por parte de los estados, indicó. Un esfuerzo que países como España no pueden asumir por el alto nivel de endeudamiento que supondría rescatar el tejido productivo al completo. 

Lagarde recordó que el BCE prevé una «recuperación irregular, incompleta y asimétrica» entre julio y septiembre de este año, tras el «catastrófico» segundo trimestre. Una previsión en la que coincide Gentiloni. Tras la contracción del 11,8 % del producto interior bruto (PIB) de la Eurozona en el segundo trimestre, la recuperación «relativamente fuerte» que se empezó a percibir en junio y julio se podría ralentizar en el tercer trimestre. Y lo que es peor: será una recuperación «muy desigual», como quedó de manifiesto en los últimos datos del PIB con caída que van desde apenas un 4 % al 18 % de España.