Naturgy ignora la opa y presenta un plan estratégico con 14.000 millones en inversiones

Ana Balseiro
ANA BALSEIRO MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

NATURGY

La eléctrica recuerda que es una operación «no solicitada» y que la compañía «no puede estar paralizada»

28 jul 2021 . Actualizado a las 15:15 h.

Naturgy ha presentado este miércoles su nuevo plan estratégico 2021-2025, que contempla una inversión de 14.000 millones en el período, dirigida especialmente a las renovables, que absorberán casi 9.000 millones del total. La nueva hoja de ruta ve la luz, después de que el consejo de administración -en el que están representados los principales accionistas de la compañía: Criteria Caixa, CVC y GIP- la aprobase el martes por unanimidad, sin esperar a que se resuelva la opa parcial que sobre la energética (concretamente sobre el 22,79 %) ha lanzado el fondo australiano IFM.

De hecho, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, recordó que es una opa «lícita, pero no solicitada», y que la compañía, que es  «objetivo pasivo» en el proceso, no puede estar «paralizada» a expensas del futuro de la operación, como reforzó el secretario del consejo, Manuel García Cobaleda, subrayando que Naturgy no ha realizado ninguna acción contraria al desarrollo de la opa, pero que mantener a la compañía paralizada «perjudicaría incluso los intereses de IFM».

«La normativa de opas no nos obliga a estar quietos, sino a no tomar decisiones que afecten negativamente a la oferta, exige que se haga lo que convenga y obliga a no hacer cosas que lleven a descarrilar una oferta en curso. La normativa permite incluso que tomemos decisiones de calado, como hacer desinversiones, si se cuenta con el respaldo de la junta de accionistas. En eso hemos sido cuidadosos», indicó García Cobaleda.

Reparto de dividendos

El plan estratégico también prevé repartir en el período 5.900 millones en dividendos entre sus accionistas, lo que supone un pay-out (remuneración sobre los beneficios) del 85 %, que se traduce en una notable reducción respecto al plan previo 2018-2022, que lo elevaba al 120 %. En la práctica, el suelo del dividendo será de 1,20 euros por acción (se revisará en el 2023). El primero a cuenta de este año, por importe de 0,30 euros por acción, se abonará el 4 de agosto, lo que pone una nueva piedra en el camino a la opa de IFM, para cuya autorización el Gobierno pretende agotar el plazo legal para pronunciarse, para el que aún faltan varias semanas.

Reynés declinó pronunciarse sobre el hecho de que el precio de la oferta de IFM ya esté en niveles inferiores o en torno a la cotización de la compañía. «No me toca a mí opinar, es parcial, no solicitada, y opinar le corresponde al opante», aseveró. Cabe recordar que el fondo australiano presentó su oferta pública voluntaria parcial de adquisición por hasta ese 22,69 % de Naturgy, valorándolo en unos 5.000 millones de euros, a un precio de 23 euros por acción, que posteriormente fue ajustado a 22,37 euros por acción tras el abono en marzo del dividendo por la compañía. La inclusión en el plan estratégico de un abono de dividendo a cuenta de 0,30 euros por acción en una semana ajustará aún más la oferta de IFM, hasta los 22,07 euros por título.

Volviendo a los 14.000 millones de inversiones totales que contempla el plan estratégico, y que Reynés defendió alegando que no se puede desplegar una inversión de tal magnitud «sin saber hacia dónde se va», 8.700 millones se destinarán a renovables, mientras que otros 4.100 irán a las redes de distribución de gas y electricidad, siempre en zonas geográficas «estables», según enfatizó el presidente.

La pretensión es aumentar la potencia instalada hasta los 14 gigavatios (GW) en el 2025 desde los 4,6 del 2020. Más de la mitad de ese crecimiento estará en Europa (5,2 GW), especialmente en España. 

Dentro de la hoja de ruta para este lustro tiene también un lugar destacado la oportunidad que supondrán los fondos del programa europeo Next Generation, en las que la energética lidera proyectos de gases renovables e hidrógeno por valor de 13.800 millones de euros. Entre los primeros está, por ejemplo, el que pretende desarrollar en la gallega Meirama.

Reynés subrayó que el plan está adaptado a los tiempos y pone en el centro la transformación de la compañía alineada con la transición energética, para ser «un operador de primer nivel, situando al mismo tiempo los criterios ambientales, sociales y de gobernanza en el centro de nuestra visión».

El objetivo del plan estratégico pasa por elevar un 15 % al año el resultado bruto de explotación de la compañía (ebitda) y conseguir un beneficio neto ordinario de 1.500 millones, junto con una generación de caja de 16.700 millones en los próximos cinco años, lo que permitirá asumir los 14.000 millones de inversiones previstas, sí como los 5.900 de reparto de dividendos.

No segregará las renovables para sacarlas a bolsa

Preguntado por la posibilidad de que segregue, como ya han hecho otras compañías, como Acciona o Repsol, su negocio de renovables para sacarlo a bolsa, el presidente lo negó, apuntando que estaban haciendo reorganizaciones societarias, pero que no se habían planteado la salida a bolsa de ninguna división.

Reynés pronosticó la recuperación de los niveles de actividad anteriores a la pandemia «a partir de finales del 2022», aunque este año ya están «claramente» por encima de los del 2020. También hoy han presentado los resultados del primer semestre del ejercicio, en el que ganó 484 millones, un 45 % más que en el mismo periodo del año anterior.