La vieja Pescanova vuelve a la actividad con una red de distribución en Bolivia

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

JUAN LAZARO

Quebrada en el 2013 y casi diluida en el nuevo grupo, busca renacer en el sector

10 sep 2021 . Actualizado a las 04:45 h.

Pescanova SA es lo que queda del grupo que en su día presidió Fernández de Sousa, tras la quiebra de la compañía en el año 2013. El rescate de la pesquera capitaneado por la gran banca redujo el peso de la vieja sociedad en el capital de Nueva Pescanova primero al 20 %, luego la diluyó al 1,6 % y finalmente la dejó en el 0,34 % actual.

Durante los ocho años en los que la banca ha dirigido el grupo pesquero, la vieja matriz no ha parado de litigar para recuperar su 20 %. Ahora, con Abanca como propietario de Nueva Pescanova, el viejo accionariado sigue sin estar dispuesto a enterrar el hacha de guerra en los juzgados pero, además, ha puesto en marcha un nuevo plan estratégico «dirigido a retomar la actividad comercial de la sociedad» según consta en las cuentas semestrales depositadas en la CNMV, ya que, a diferencia de la corporación Nueva Pescanova SL, que es la que concentra toda la actividad pesquera y comercializadora, la vieja matriz cotiza en bolsa.

Objetivo, Sudamérica

Y lo que le cuenta esta sociedad de cartera a sus accionistas es que ha comenzado a crear una infraestructura de distribución en Bolivia para comercializar en este mercado productos del mar y otros productos de alimentación. Es solo el inicio de una nueva etapa en la que el consejo de administración, que preside Luis Malo de Molina, «pretende recuperar la actividad propia de la compañía, y dejar de ser exclusivamente una sociedad de mera tenencia de su participación en Nueva Pescanova SL», dice la vieja matriz, que acaba de convocar a sus accionistas a una junta general que se celebrará el próximo 24 de septiembre en Chapela (Redondela), en donde tiene su sede social.

El consejo de administración tiene previsto detallar a los accionistas el plan en marcha para la vuelta a la actividad de la firma, demorado en los últimos meses como consecuencia del impacto de la pandemia. «El éxito de esta primera fase del plan estratégico dará pie al desarrollo de nuevas fases y a la expansión de la actividad en otros países», explica la vieja Pescanova a sus accionistas.

La antigua matriz, cuyo principal accionista sigue siendo, según la CNMV, Manuel Fernández de Sousa (aunque tiene las acciones bajo embargo judicial), cerró el primer semestre de su ejercicio fiscal (del 1 de diciembre del 2020 al 31 de mayo del 2021) sin actividad, con un beneficio neto de 21.000 euros, en contraste con los 9.000 euros de pérdidas registrados en el mismo período del ejercicio anterior.

La firma no facturó en los últimos seis meses, mientras que hace un año presentaba una facturación de 92.000 euros.

La vieja Pescanova afronta varios procesos judiciales, algunos de los cuáles podría incluso suponer su liquidación en caso de que no prospere su recurso; de momento cuenta con 32,68 millones de euros de provisiones por este motivo.

Litigios y fianzas

La sociedad también ha de hacer frente a la fianza de casi mil millones de euros impuesta por la Audiencia Nacional como culpable, junto a 19 acusados más, por su responsabilidad en la quiebra del grupo en el 2013.

La sentencia de octubre del 2020 impone a la sociedad una multa de dos años a razón de 30 euros diarios, así como la condena al pago de la indemnización por responsabilidad civil por al menos 165 millones de euros, que podría elevarse a 200 en fase de ejecución de sentencia, con carácter solidario junto con otros acusados, según reconoce la propia Pescanova.

La sentencia se encuentra recurrida en casación frente en el Tribunal Supremo. Con independencia de que el recurso prospere, la sociedad asegura que no le corresponderá a ella pagar esas sumas, sino al grupo resurgido de la quiebra tras el rescate de los bancos. «A dichos importes deberá dárseles el mismo tratamiento que a los créditos sometidos al convenio de acreedores de la compañía, con una quita del 97,5 %, y deberá ser Nueva Pescanova quien responda de cualquier cantidad pagadera por este motivo», explica la firma a sus accionistas.

Además de Fernández de Sousa, con el 7,5 % de Pescanova SA, entre los accionistas de referencia figura también el fallecido Alfonso Paz Andrade, con el 3 %, cuyas acciones pasarán ahora a sus herederos legítimos.