Los carburantes dan una tregua y se abaratan un 2 % para el macropuente

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Monica Torres

Pese a la rebaja, la gasolina se mantiene en Galicia en máximos históricos

04 dic 2021 . Actualizado a las 13:37 h.

A los carburantes de automoción les pasa lo mismo que a la electricidad, que están fuera de control. Los primeros, por el petróleo; la segunda, por las cotizaciones internacionales del gas natural —y por un sistema de fijación de precios eléctricos mayoristas que es de locos, pues beneficia a las tecnologías de generación más caras—. En ambos casos, el coste elevado de las materias primas —debido, básicamente, a que la demanda es superior a la oferta— está haciendo un roto de aúpa en el bolsillo de los consumidores energéticos, o sea, de todo el mundo.

Así, el litro de gasolina se mantiene en Galicia en precios medios mensuales en máximos históricos, al servirse por encima de 1,5 euros; mientras que el de gasoil, a 1,38, no marca récord, ya que se vendió más caro todavía en septiembre del 2012, cuando el IVA pasó del 18 al 21 % actual.

Desde principios de año, ambos carburantes se han encarecido un 24 %, según datos extraídos tanto del geoportal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica como de la página especializada dieselogasolina.com.

Sin embargo, tras encadenar meses de incesante subida, los combustibles llevan una semana a la baja. Esto con el macropuente de diciembre encima y millones de vehículos quemando combustible para transportar a sus propietarios a su lugar de vacaciones.

La tendencia alcista cambió el lunes pasado. Desde entonces y hasta este viernes, la gasolina se abarató un 2 % en Galicia (el litro pasó de 1,53 euros a 1,50); y el gasoil, un 1,5 % (de 1,40 a 1,38). Y todo porque el petróleo hizo lo propio a partir del viernes 26 del mes pasado, ante el temor de los inversores a que la nueva variante del covid diese al traste con la recuperación de la demanda y también por el anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que el país liberará en los próximos meses 50 millones de barriles de sus reservas estratégicas con el principal objetivo de enfriar los precios.

El barril de brent, el de referencia en Europa, se desplomó ese viernes 26 un 11 %, al pasar de costar 82,25 dólares a 72,89 de un día para otro. Pero es más que previsible que estos días de bajadas de precios de los carburantes sean solo un espejismo en medio del desierto, porque las cotizaciones del crudo han vuelto a las andadas. Lo han hecho después de que los países productores agrupados en torno a la OPEP, más Rusia, hayan decidido mantener su plan para ejecutar un aumento gradual de la oferta, pero a partir de enero. Aunque han dejado abierta la puerta a una intervención en función de la evolución de la pandemia.

Estados Unidos presiona a estos países para que liberen ya más petróleo en el mercado a fin de incrementar la oferta y rebajar así la tensión en los precios. Paradójicamente, es lo mismo que aguarda Europa que haga el presidente ruso, Vladimir Putin, pero con el gas natural que inyecta hacia el continente. El Kremlin presiona así a sus enemigos del oeste para que le autoricen otro gasoducto que evitará atravesar Ucrania, con la que Rusia mantiene una hostilidad política tal que incluso amenaza con invadir el país otrora aliado y ahora más próximo a las tesis de la Unión Europea y de Estados Unidos. El petróleo y el gas, como armas geopolíticas entre bloques, y los consumidores en medio de las balas que silban a su alrededor.

Medidas solo para la luz

El Gobierno ha concentrado sus esfuerzos en reducir la factura eléctrica de hogares y empresas, pero se ha olvidado de los carburantes. Así, ha aplicado una rebaja fiscal temporal del IVA de la luz (al 10 %, en lugar del 21 %) y del impuesto especial de electricidad (ha pasado del 5,1 % al 0,5 %). En Portugal, el Ejecutivo ha puesto en marcha un descuento en los carburantes para todos los consumidores de cinco euros mensuales hasta marzo del 2022.