Los gallegos salen a la calle para reclamar que los trabajadores no paguen «los platos rotos» de la crisis
ECONOMÍA























































Miles de personas se manifiestan en diferentes puntos de la geografía para pedir subida de salarios y control de precios
01 may 2022 . Actualizado a las 20:04 h.Subidas de los salarios y control de precios. Esas han sido dos de las reclamaciones que más se han repetido este domingo en las manifestaciones que se han ido celebrando a lo largo de toda España. Los trabajadores gallegos tampoco quisieron dejar pasar la oportunidad de reivindicar sus derechos en este 1 de mayo y miles de personas salieron a las calles de las urbes de la comunidad para exigir unas condiciones más dignas y reclamar que la clase obrera no sea la que pague «los platos rotos» de la actual crisis económica.
En A Coruña, casi mil personas participaron en la manifestación central del 1 de mayo en Galicia, convocada por CC.OO. y UGT en la ciudad herculina. «A solución: subir salarios, conter prezos, máis igualdade», fue el lema escogido por los convocantes para encabezar esta marcha, que salió a las doce de la mañana desde la plaza de A Palloza y finalizó casi una hora después enfrente de la Subdelegación del Gobierno. A lo largo del recorrido se pudieron escuchar consignas como «Menos dereita e máis dereitos», «on falta diñeiro, sobran chourizos» o «traballo precario polos empresarios».
En esta concentración participó la vicesecretaria general del PSdeG, Lara Méndez, acompañada por la corporación local de A Coruña, con la alcaldesa, Inés Rey, a la cabeza. Méndez destacó que se trata de una jornada de celebración por motivos como la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) o la nueva reforma laboral.
Vigo también consiguió concentrar a cientos de personas por las calles del centro de la ciudad olívica, donde tuvo lugar el acto central de la CIG. Los trabajadores vigueses exigieron políticas públicas que frenen la carestía de la vida y salarios dignos, todo ante el «insuficiente» plan del Gobierno central para paliar los efectos de la guerra y ante una Xunta que «está máis preocupada pola sucesión de Feijoo» que por adoptar medidas para paliar el empobrecimiento de la clase trabajadora.
En Vilagarcía se celebraron dos manifestaciones que reunieron a unas 200 personas. Pasado ya el mediodía, partía de la avenida de A Mariña la comitiva de la CIG bajo la proclama: «Políticas públicas e salarios dignos». A esa misma hora, las banderas de la UGT, de Comisiones Obreras y las tricolor republicanas tomaban ya la plaza de Ravella para iniciar su recorrido por el centro de la ciudad. Los itinerarios se diseñaron de manera que ambas movilizaciones no llegaran a coincidir, aunque los ecos de la manifestación que al filo de la una de la tarde pasaba por la plaza de Galicia se mezclaron por un instante con el discurso que hacía Tupi en la calle Covadonga. Los colores y las siglas eran distintas, pero el mensaje era común en muchos aspectos: las reivindicaciones por unas mejores condiciones de vida para los trabajadores y los pensionistas.
También las calles de Lugo se llenaron de consignas y proclamas con motivo del Día del Trabajo. Decenas de personas marcharon por las calles de la ciudad para reclamar mejoras para la clase trabajadora. UGT y CC.OO. celebraron sendas movilizaciones en las que reclamaron la subida de salarios, la contención de los precios y más igualdad.
Las manifestaciones pasaron casi desapercibidas en Ferrol, donde los actos —convocados por un lado por CC.OO. y UGT y por otro por la CIG— apenas sumaron 600 participantes. La de los sindicatos estatales partió del Inferniño a las 12 del mediodía y concluyó en la plaza de Armas, y la de los nacionalistas salió a la misma hora de las inmediaciones de su sede, en la avenida de Esteiro, para finalizar en la plaza de la Constitución.
Aparte del recorrido, la diferencia entre ambas vino de la mano de los mensajes finales, ya que mientras que CC.OO. y UGT defendieron la importancia de las políticas que está aplicando el Gobierno central y la necesidad de seguir avanzando en esa línea, desde la CIG se responsabilizó a esas mismas políticas de la situación de precariedad en la que viven muchas familias, con el beneplácito de los sindicatos estatales.
Después de la manifestación descafeinada que la pandemia obligó a celebrar el año pasado en Pontevedra, la ciudad del Lérez volvió a vivir ayer un 1 de mayo de lo más reivindicativo, con la lucha contra la pobreza y el alza de los precios o las reivindicaciones de los derechos laborales como ejes de las protestas de los sindicatos. En Pontevedra, la CIG fue la central más madrugadora y su manifestación salió a las 11.30 horas tras una pancarta en la que se podía leer «Contra a pobreza, políticas públicas e salarios dignos». A continuación, a las 12, salió la manifestación conjunta convocada por UGT y CC.OO. El lema de la pancarta principal era «1 de Maio. A solución: subir salarios, conter prezos, máis igualdade». Hubo proclamas contra la política de personal del Concello de Pontevedra, y pancartas alusivas a las reivindicaciones de la plantilla de QuirónSalud, entre otras.