Los holandeses quieren echar mano de camareros y temporeros españoles para cubrir el déficit de trabajadores
ECONOMÍA
La inspección laboral denunció en mayo que las empresas de trabajo temporal los mantienen en «condiciones miserables»
15 jun 2022 . Actualizado a las 09:22 h.La polémica está servida. La ministra neerlandesa de Asuntos Sociales, Karien van Gennip, planteó este martes la posibilidad de llevar a los Países Bajos a jóvenes desempleados de Francia y España para solucionar la escasez de trabajadores en el país, en especial en sectores como la hostelería y los invernaderos, donde los holandeses no quieren emplearse.
La sugerencia ha desencadenado un aluvión de críticas. Y aunque la ministra trató de enmendar el entuerto asegurando que el Gobierno no tiene puesto en marcha todavía ningún plan para trasladar a los parados de ambas nacionalidades, lo cierto es que la propuesta ha levantado ampollas. Y no por el gesto de haber señalado nacionalidades concretas o por apuntar directamente a los estigmatizados parados de las banlieue parisinas -los suburbios de viviendas sociales en las afueras de la capital, donde hay más conflictos sociales-. Tampoco por haber fingido preocupación por el desempleo en esos países, asegurado que «si queremos funcionar como una sola Europa, también deberíamos preocuparnos por el desempleo juvenil en otros países».
El problema, según sus críticos, es que esos inmigrantes «importarán sus problemas» a los Países Bajos, según apuntó el ultraderechista JA21. Otros tres partidos de ese espectro ideológico formularon sus quejas en el Parlamento neerlandés: «Qué plan más malo y de otro mundo. La Inspección de Trabajo pide frenar la inmigración laboral no regulada, pero este Gobierno solo atiende a los intereses de las empresas y no mira por las personas y la sociedad», denunció Lilian Marijnssen, líder del Partido Socialista, según recoge Efe.
El ultraderechista Geert Wilders aseguró que el Gobierno está «totalmente perdido» y el propio liberal de derechas VVD consideró este un «plan fallido».
Sin embargo, la ministra insistió en que le gustaría introducir en el mercado laboral al millón de adultos neerlandeses en edad de trabajar que no buscan empleo, así como a aquellos que quieren ampliar su jornada laboral o quieren retrasar la jubilación.
Trato denigrante
La Inspección Laboral denunció en mayo que las empresas de trabajo temporal mantienen a los temporeros, entre los que hay cientos de españoles cada año, en «condiciones miserables», expuestos a riesgos para su salud, y con un «equilibro de poder distorsionado» que tiene un impacto psicológico en los trabajadores.
Karien van Gennip: «Estamos hablando de personas, no de un kilo de patatas»
Pero el Gobierno está trabajando en planes para mejorar las condiciones, recuperando la obligación de expedir licencias para las agencias de empleo a partir del 2025 y separando los contratos de trabajo que se les hacen, de los contratos de vivienda. «No puedo imaginar que seamos capaces de mantener la economía en marcha sin ellos [los inmigrantes]», admitió la ministra, pero, advirtió, no se aceptarán contratos ilegales y hacinamientos en las viviendas porque «los empleadores tienen obligaciones legales y morales, estamos hablando de personas, no de un kilo de patatas», agregó.