Los transportistas, divididos, aplazan la decisión de ir a la huelga

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

La Plataforma Nacional, que convocó las movilizaciones de marzo, consultó este domingo a sus bases si volvían a parar la actividad en julio por la subida de los costes

27 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los sectores agroalimentario, turístico y hostelero dieron hace unos días la voz de alarma. España no se puede permitir un nuevo paro del sector del transporte por carretera. El Ejecutivo de Sánchez, sentencian, debe actuar. Pero las negociaciones entre el Ministerio de Transportes y el Comité Nacional del Transporte de Mercancías (CNTC) —el órgano legítimo de interlocución con el Gobierno— se encuentran en un punto muerto. Desde el equipo que dirige Raquel Sánchez descartaron incluir medidas específicas para este sector en el decreto aprobado en el Consejo de Ministros extraordinario del sábado. Les pidieron algo de tiempo: quince días más para estudiar cómo lanzar un nuevo balón de oxígeno a un sector que está padeciendo de forma virulenta las consecuencias de la crisis energética.

Pero los transportistas aseguran que el tiempo corre en su contra. En un comunicado, el CNTC ya advirtió que, en el caso de que la respuesta del Gobierno no sea «adecuada y proporcionada», tomará las acciones que estime oportunas.

¿Qué es lo que piden? En primer lugar más ayudas para paliar la subida de los carburantes. A la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante, exigen añadir una nueva ayuda directa de otros 20 céntimos para el transporte profesional, concretamente para los vehículos de hasta 7,5 toneladas de masa máxima autorizada. De esta forma, los camioneros contarían con una bonificación de 40 céntimos. También piden que se endurezcan los controles sobre las estaciones de servicio. El CNTC critica la «inacción de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia [CNMC] a la hora de supervisar que el descuento se traslada correctamente a los precios minoristas.

No solo quieren ayudas directas. El sector sigue a la espera de que el Gobierno dé luz verde al prometido proyecto de ley que aplicará al transporte los principios de la ley de la cadena alimentaria. Con este texto —el compromiso es presentarlo antes del 31 de julio— se asegurará una utilización justa de la subcontratación y la rentabilidad del trabajo de los transportistas. Tal y como explicó el comité en un comunicado, continúan estudiando el borrador presentado por el ministerio, pero esperan que el texto definitivo esté listo antes de la fecha marcada en el calendario.

25 asambleas

Pero la sombra de la huelga acecha. Porque hay una parte importante del sector que no se encuentra representado en el CNTC y que este domingo celebró una veintena de asambleas por toda España para decidir si finalmente convocaban un paro durante el mes de julio. Se encuentran agrupados bajo la Plataforma Nacional, los mismos que consiguieron paralizar el país durante dos semanas en marzo. Están divididos. En delegaciones como Asturias ganó de forma casi unánime el no a la huelga, pero en otras como Extremadura, el voto se decantó por el paro (con 96 votos a favor de la huelga y 10 en contra).

Tras recabar los datos de las 25 asambleas que se celebraron este domingo por toda la geografía, la dirección tendrá que tomar una decisión. A última hora del domingo todavía se desconocía el resultado final de esa votación: «No pedimos subvenciones ni parches, pedimos soluciones duraderas y efectivas», proclaman los camioneros agrupados bajo la Plataforma. En caso de que la balanza se decante hacia el sí, la reactivación de la huelga se produciría a partir del 30 de junio, por lo que el Gobierno todavía cuenta con cierto margen para poner en marcha más medidas con las que contentar al sector.