La subida de los alimentos, en niveles de récord, merma la renta de las familias
ECONOMÍA

El 4 % de los hogares ya no se pueden permitir comprar los artículos más primarios de la cesta de la compra
15 nov 2022 . Actualizado a las 19:21 h.Los precios han cogido carrerilla y ya ningún analista se atreve a vaticinar cuándo tocarán techo. En marzo, la tasa de inflación (IPC) llegó al 9,8 % y el Ejecutivo prometió que ese iba a ser el tope. Abril y mayo les dieron la razón, pero en junio la situación se ha descontrolado. Por primera vez en cuatro décadas, el IPC ha superado los dos dígitos y, más que la cifra en sí (10,2 %), lo que asusta es hasta dónde llegaremos. Los productos básicos de la cesta de la compra de cualquier familia española cuestan entre un 8 y un 10 % más que hace solo un año. Entre los básicos, lo que más se ha encarecido son los huevos (+25 %), llegando a marcar más de 2 euros la docena. El aceite es otro de los productos en los que más se ha notado la subida, del 45 % en un año, hasta 3,90 euros el litro, cuando hace 12 meses no subía de 2,70; o la sandía, a 5,30 euros el kilo tras subir un 20 %.
La pandemia dejó a familias en situación vulnerable que ahora se sienten ahogadas. Un informe de Kantar advierte de que el 4 % de los hogares ya no se pueden permitir comprar los alimentos más primarios de la cesta de la compra. Y no se trata solo de la alimentación. Un 8 % afirman que no pueden afrontar las facturas del hogar, un 14 % no se plantean ni tomarse un café en un bar y un 9 % comer en un restaurante.
La razón es, principalmente, la guerra de Ucrania, aunque desde antes del conflicto ya se observaba una tendencia alcista por el bum de la demanda tras la pandemia. Los expertos reconocen que la falta de cereal de Ucrania colapsa el mercado de la alimentación, y lo seguirá haciendo, dice Juan Carlos Higueras, de EAE Business School.
Sin pollo
Los agricultores asumen la subida de fertilizantes y carburantes que disparan precios de fruta y verdura. Y los ganaderos tienen que afrontar una subida de costes porque el pienso está encareciendo sus producciones hasta un punto en el que algunos se plantean reducir o dejar el negocio. «Los ganaderos pagan mucho más caro el pienso, lo que encarece los precios de la carne», explica Higueras, que prevé que después del verano faltará carne de pollo en los supermercados.