Los carburantes bajan de nuevo en plena operación salida de agosto

C. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Jose Manuel Vidal | EFE

A pesar de la tregua, España es uno de los países europeos donde más se han encarecido la gasolina y el diésel desde el pasado verano

04 ago 2022 . Actualizado a las 15:27 h.

Gasolina y diésel vuelven a dar un respiro a los conductores españoles. Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), difundidos este jueves, el precio de los carburantes descendió de nuevo en plena operación salida de agosto, hasta un 2,6 y un 2 %, respectivamente. Se trata del precio más bajo desde el mes de mayo.

Los monolitos de las 11.400 estaciones de servicio españolas en activo reflejaron en la última semana de julio un precio medio de 1,903 y 1,893 euros el litro de gasolina y diésel, sin contar con el descuento de 20 céntimos/litro que subvenciona el Estado y que se aplica en caja. 

¿Qué supone esto para los españoles que se han aventurado a salir de vacaciones con su vehículo? A pesar de que el precio ya ha bajado de la barrera de los 2 euros el litro, y se aleja de los peores pronósticos, que anticipaban subidas acusadas hasta los tres euros, lo cierto es que repostar en cualquier gasolinera española este verano es más caro que nunca. Para llenar un depósito de gasolina de 55 litros hay que pagar 19,5 euros más que a estas alturas del 2021 y hasta 28,6 euros si se trata de un vehículo diésel.

Ambos carburantes han experimentado una subida del 20,3 y del 33,3 % respecto al verano del año pasado. Una escalada que no ha sido tan pronunciada en países de nuestro entorno, a pesar de que la subida promedio en la UE ha sido del 20 y el 36,8 %, respectivamente.

Repostar un litro de gasolina en una estación de servicio portuguesa cuesta estas vacaciones solo un 12,6 % más, si bien es cierto que los precios partían en el 2021 de umbrales más altos que los españoles. Al otro lado de la raia, el diésel subió un 26 %, por debajo de las cifras de España. La historia se repite al pasar la lupa a los precios en Francia. Los vecinos galos pagan un 17,3 % más por la gasolina y un 31 % más por el diésel. Incluso Alemania, donde los impuestos pesan mucho más en la factura final al repostar, el precio de la gasolina apenas se ha encarecido un 11,7 %. Eso sí, el diésel ya cuesta un 39 % más. 

La progresiva relajación de los precios también tiene que ver con la evolución del mercado del petróleo y sus derivados. El barril de brent ha perdido en los últimos días la barrera de los 100 dólares ante los vientos de recesión que empiezan a soplar en las economías occidentales. La mala evolución de los índices de actividad y confianza empresarial, junto a la revisión a la baja de las expectativas de crecimiento está enfriando el precio de algunas materias primas.