Pan y empanadas con sello gallego se hacen fuertes en los lineales de Mercadona

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Galicia, segunda mayor productora de España, parte con ventaja para lograr un peso importante como proveedor de la valenciana

09 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La sección de panadería de Mercadona es casi tan amplia como modalidades de pan que se fabrican por toda España. El reciente anuncio de la compañía de distribución que preside Juan Roig de su intención de abandonar progresivamente la elaboración de pan, única categoría que fabrica de forma propia, en las diferentes líneas existentes en los almacenes de algunos sus centros logísticos, ha generado enormes expectativas en un sector en el que Galicia tiene un peso significativo. Se trata de la segunda autonomía en número de fabricantes de pan y pastas, con 1.388 panaderías registradas, según los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE); y en producción nacional, con el 11 % del total.

De los más de veinte proveedores con los que la compañía de alimentación valenciana ha estado trabajando desde el 2018 en el proyecto piloto para externalizar su panadería, dos son gallegos. Se trata de la ourensana Forno de Lodairo, cuyo pan de Cea cuenta con un sólido reconocimiento en el mercado; y de la coruñesa Da Cunha, propiedad del portugués Manuel Da Cunha, que desde 1986 ha ido levantado en Carral un negocio en torno al sector del pan que lo coloca entre los grandes fabricantes gallegos. Nació como un pequeño establecimiento de elaboración artesanal de pan y se ha convertido en una marca de referencia, tanto por el desarrollo del negocio —factura unos cinco millones de euros anuales— como por su vertiente innovadora, que lo ha llevado a crear una cátedra con el campus universitario de Lugo (USC) en torno a nuevas investigaciones para la elaboración de este producto básico, además de involucrarse en cultivos propios de variedades autóctonas de trigo. 

Nuevos surtidos

Estas dos compañías gallegas no son las únicas que suministran a la cadena valenciana en este segmento alimentario. Mercadona ha estrenado este verano un nuevo surtido de empanadas. La variedad de pollo y setas y la boloñesa salen de las plantas de la antigua Ingapan (hoy propiedad del conglomerado catalán Europastry) en Lugo. Las de atún y verduras también tienen sello gallego, proceden de los hornos de Delicias Coruña, con sede en As Pontes, una compañía que se ha especializado en la elaboración de empanadas, empanadillas y tartas artesanales, con capacidad para realizar elaboraciones a medida. Tanto los grupos Da Cunha como Forno de Lodairo, que han participado en el proyecto experimental que inició la cadena valencia hace cuatro años, «podrán afianzar e incrementar la posición de su negocio con Mercadona», aseguran fuentes conocedoras de la operación. Pero las expectativas de que el resto de los hornos gallegos logren un buen pellizco en el volumen de compras que está por venir ha generado un interés especial entre los potenciales proveedores. «Es una lectura muy positiva para Galicia, de gran interés», señalan fuentes de Mercadona. Tanto por la calidad, basada en la elaboración artesanal, como por su capacidad de trasladar los procesos de fabricación artesanales a la producción industrial con la que cuentan una buena parte de las panificadoras gallegas. El pan llegará hasta los lineales de las 1.632 tiendas que Mercadona tiene por toda España y las 29 con las que cuenta en Portugal. Solo en el plan con el que el grupo inició el giro hacia la externalización se manipularon veinte millones de kilos anuales.

Con ese proyecto experimental la empresa de distribución busca alternativas a la producción propia de pan, una categoría de la que se encargaba el grupo a través de la sociedad Forns Valencians (Forvasa). Hasta el 2018, cuando la fábrica ubicada en Puçol (Valencia) quedó destruida por un incendio y la actividad se reinstaló hasta en ocho bloques logísticos distribuidos por toda la red nacional de la cadena. El peso de la actividad hasta ese momento se acercaba a los 120 millones de euros

Negocio

El negocio del pan representa, como alimento básico, un pilar importante dentro de la facturación del sector alimentario en España. Genera más de 4.000 millones de euros en ventas, de las que 1.300 corresponden al segmento de la panadería y bollería industrial. La fabricación tradicional y artesanal sigue tienen un peso mayor, según el último informe publicado por las patronales Ceoppan y MARM con datos del 2020, con una cuota de mercado por encima del 50 %. En materia de empleo, son 336.000 los trabajadores que ocupa la actividad, distribuidos a través de 15.000 fabricantes y 45.000 puntos de venta por todo el territorio nacional; unas cifras que en Galicia suman 7.648 empleos en los casi 1.400 negocios de panificación registrados, según el IGE.

Por canales de distribución, siguen siendo los supermercados donde se vende la mayoría del pan, con un 39,7 %, seguidos de la tienda tradicional (34,8 %), mientras que los hipermercados (7 %) y la venta online (0,5 %) tienen una representación más testimonial.

Además, del total de pan que se vende, un 55 % es congelado y el resto fresco. Respecto al gasto por hogares, cada familia de media destina 2,43 euros por kilo de pan, siendo la facturación doméstica de 3.614 millones de euros y la extradoméstica de 400 millones de euros, asegura la patronal.