Tojeiro destaca el papel de las cadenas regionales para contener los precios

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

La competitividad que generan posibilita comprar más barato en España

26 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores, Aecoc, celebra su congreso de Gran Consumo en Santiago, con asistencia de más de mil directivos de firmas españolas líderes. Ignacio González, presidente de la patronal, reivindicó los esfuerzos del sector para limitar el impacto de la inflación sobre los hogares, reclamando a la Administración medidas en esa línea, como la rebaja temporal del IVA de los alimentos: «El Gobierno debe ser solidario con los ciudadanos y no traspasar a las empresas la responsabilidad en la contención de precios», afirmó. Recordó que hasta marzo, el IPC de los alimentos se mantuvo por debajo del general, pero que en abril cambió la tendencia porque «la cadena de valor del gran consumo no pudo seguir soportando el impacto de la escalada de los costes esenciales».

Junto al compromiso de las empresas en la contención de precios, destacó que la composición del gran consumo en España garantiza amplia competencia entre operadores: la cuota de mercado de los cinco grandes distribuidores de alimentación nacionales es del 50 %, mientras que en países del entorno oscila entre el 70 y el 80 %.

El presidente de Gadisa, Roberto Tojeiro, uno de los ponentes en la jornada inaugural del congreso, defendió el modelo del grupo que representa, y el de otras cadenas familiares de España, como el mejor para toda la cadena de valor, de productores a fabricantes, distribuidores y consumidores. Un modelo basado en supermercados con secciones de frescos, con atención profesional, y un gran surtido de marcas de fabricante, implicación en el territorio y visión a largo plazo.

Ser el país con la menor concentración del sector en Europa lo hace uno de los más competitivos, por lo que los precios de venta al consumidor han sido y son históricamente más bajos en España, también en el actual contexto de elevada inflación, expuso Tojeiro, quien subrayó que «la distribución ayuda a contener el traslado de esos costes inevitables». «La diferencia fundamental está en que la menor concentración de la distribución en España, gracias a la existencia de líderes regionales muy competitivos, obliga a mantener un mayor grado de competencia».

El presidente del grupo de distribución de capital 100 % gallego enfatizó el papel de esos distribuidores locales en su apoyo a las marcas de fabricante, que representaron el 54,7 % de las ventas totales en el 2022 en España. En Gadisa, ese porcentaje llega hasta el 86,8 %, dejando el peso de la marca de la distribución en el 13,2 %, frente al 45,3 % de la media nacional. Subrayó que estos operadores regionales han posibilitado que las marcas de fabricante «tengan unos aliados naturales que les permiten mejorar sus resultados y competir de forma más eficiente con las marcas de la distribución, beneficiándose así toda la cadena, del productor al consumidor».

Cobertura a la España vaciada

Apuntó que las cadenas familiares con supermercados de proximidad no solo permiten al consumidor español comprar mejor que la mayoría de los europeos, sino que contribuyen a dar cobertura a la España vaciada y fomentan el consumo de productos locales. En el plano fiscal, supone una contribución local, frente a operadores foráneos que tributan fuera.

Tojeiro retrocedió al año 2000, cuando Gadisa adquirió Supermercados Claudio y voces interesadas en el sector pusieron en duda su continuidad por el tamaño de la operación. Dos décadas después, el grupo Gadisa suma cerca de 10.000 empleados, y además de ser líder en Galicia y con amplia presencia en Castilla y León, opera en múltiples sectores más, sumando en el 2021 ventas consolidadas por 1.600 millones de euros.

Una evolución con el consumidor como absoluta prioridad, aprovechando el carácter local para ser flexibles y rápidos en la adaptación a sus necesidades.

Escotet ve a España a las puertas de una recesión

En su intervención en el congreso de la patronal del gran consumo, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, reflexionó sobre la convivencia entre inflación y consumo. «Estamos a las puertas de dos posibles escenarios: desaceleración o recesión», concluyó en su análisis de la actual situación económica de España. Y considera más factible la contracción, con un crecimiento del PIB cercano a cero en el último trimestre del año y una caída en el primero del 2023.

Entiende Escotet que cuatro factores críticos decantarán la balanza de uno u otro lado. El primero, el discurrir de la guerra, que tiende a alargarse, y que con incrementos del 90 % en el precio del gas; y del 45 %, en el del petróleo, abocaría a España a la recesión. El segundo, la capacidad para controlar los efectos de segunda ronda de la inflación. Y eso porque, si se traslada a los salarios, la escalada de precios se cronificaría, en lo que el presidente de Abanca llamó «la ruta latinoamericana».

En tercer término citó la agresividad de la Reserva Federal estadounidense en el proceso de subida de tipos y la presión que eso ejerce sobre el Banco Central Europeo. Apuntó la posibilidad de que «el alza no se pare en el 3 %». Y en cuarto término, apuntó la necesidad de acompasar la política monetaria con la fiscal, indicando que el control de la inflación no puede apoyarse solo en la acciones de los bancos centrales. «Se nos piden todo tipo de sacrificios a los empresarios, exigen responsabilidades que no tenemos, pero hay poca disciplina de gasto, que es por donde tendrían que empezar las cosas», dijo Escotet.

Con todo, dejó apuntes para la confianza, al comparar la actual situación con la de la crisis del 2008-2012: entonces el endeudamiento de familias y empresas era del 201 % (hoy es del 138 %) y la prima de riesgo estaba en 600 puntos básicos, por los 117 de los niveles en los que se mueve ahora. Señaló también que el ahorro de las familias está contribuyendo a atenuar los efectos de la inflación, y expuso que la mayor apertura exterior de Galicia ha permitido que su producto interior bruto se comporte mejor que el español.

En el foro intervino también Ignacio Rivera, presidente ejecutivo de Hijos de Rivera, quien manifestó que no espera una bajada de consumo hasta final de año, aunque considera que el primer semestre del 2023 «será complicado».