Seat-Volkswagen acepta 397 millones del PERTE del vehículo eléctrico

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Kai FORSTERLING | EFE

El grupo había amenazado con retirarse, como hizo Ford, por la baja intensidad de ayudas para su gigafactoría de baterías en Sagunto

09 nov 2022 . Actualizado a las 11:14 h.

El grupo Seat-Volkswagen ha comunicado este viernes al Gobierno que acepta la asignación de ayudas del PERTE del vehículo eléctrico, que ascienden a 397 millones de euros, según la agencia Efe. El grupo seguirá adelante con su proyecto de inversiones en España, incluida la gigafactoría de baterías de Sagunto (Valencia).

Hoy es el último día hábil para que todas las empresas a las que se le adjudicaron fondos del PERTE comuniquen si las aceptan y el grupo Volkswagen ha agotado este plazo, después de semanas de negociaciones con el Ejecutivo y con las comunidades autónomas donde tiene previsto invertir para encajar sus planes.

«Hoy es un día histórico. Damos un paso estratégico. Hemos aceptado la resolución del PERTE», ha anunciado el consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths en un vídeo hecho público este miércoles.

La decisión vino precedida de polémica porque el grupo amenazó con retirarse, como hizo Ford, por la reducida intensidad de las ayudas. La resolución provisional del PERTE contemplaba una asignación inicial de 167,31 millones de euros (solo 95 millones en ayudas a fondo perdido). La empresa criticó la cuantía por cicatera y recordó que sus inversiones para electrificar todas sus fábricas ascendía a 10.000 millones de euros. 

El fiasco del PERTE

El PERTE del vehículo eléctrico, dotado con 3.400 millones de euros públicos -la mayor parte de los fondos destinados a fabricantes de automóviles-, apenas ha permeado a la economía más de un año después de su despliegue. También atesora sonados fracasos, como la renuncia de la multinacional estadounidense Ford el pasado mes de agosto. El Gobierno le había reservado a la compañía 106,3 millones de euros para invertir en su planta de Almusafes (Valencia), pero sus responsables decidieron retirarse al no poder garantizar el cumplimiento del calendario fijado —la fecha límite es el 30 de junio del 2025—.

Otro de los fiascos del PERTE del vehículo eléctrico fue la exclusión de la planta de Stellantis en Vigo -enmarcada en el proyecto Aries- «por no cumplir con la estructura mínima». La multinacional francesa había solicitado 43 millones, un dinero con el que la compañía dirigida por Carlos Tavares quería apuntalar un plan más ambiciosos de 600 millones de euros para garantizar una producción 100 % eléctrica en la factoría gallega en la próxima década.  

La lentitud con la que se están resolviendo las convocatorias es una de las principales críticas que han lanzado al Gobierno algunos Ejecutivos autonómicos como el gallego, que también ha propuesto que la tramitación de los pertes se pueda descentralizar para desatascar los cuellos de botella.