Marta Ortega y el equipo de 165.000

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Para la cúpula del gigante textil «Inditex son las personas que la hacen posible»

09 jul 2023 . Actualizado a las 20:01 h.

¿Cuál es el secreto de Inditex para presentar unas cuentas que cumplieron las expectativas de la mayoría de los analistas en un entorno marcado por la guerra, la inflación y, todavía, sorteando los flecos de la pandemia? ¿Cómo consiguió que sus beneficios —4.130 millones en el 2022— fueran el doble que los de H&M, Uniqlo y Gap juntos —2.071 millones—.

La estrategia puesta en marcha hace ya 60 años por Amancio Ortega —respuesta inmediata a las peticiones de los clientes, tejer una red de potentes fábricas y proveedores en proximidad y diseñar una logística a la altura de las exigencias del mercado— cimentó la estructura de la multinacional. Sin embargo, estos pilares no serían suficientes si las decisiones que se toman no fuesen acertadas cuando a causa de una guerra se vio obligada a cerrar centenares de tiendas en Rusia —su segundo mercado— y Ucrania o cuando la inflación se desata dispuesta a comerse todos los márgenes. Y en este contexto, el hacer y las decisiones de cada uno de los eslabones de la compañía, juega un papel decisivo. Lo sabe la alta dirección. Desde la llegada de Marta Ortega y de Óscar García Maceiras a la cúpula de la compañía hay un mantra: «Inditex son las personas que la hacen posible». En la actualidad, más de 165.000 en todo el mundo.

El primer —y hasta ahora más importante— discurso público de Marta Ortega se escuchó en la junta de accionistas celebrada en el 2022. Enfatizó sobre la importancia de cada persona que integra Inditex. Y en su última aparición pública —fue ante la prensa nacional e internacional el día previo a conocerse los resultados durante una visita a la exposición de Meisel— el mensaje volvió a repetirse: miró con complicidad a García Maceiras y anunció que sería él, en representación de Inditex, el que presentase las cuentas. Al día siguiente, el consejero delegado, tras explicar que los resultados demuestran la fortaleza del modelo de negocio y su capacidad para avanzar hacia un nivel de desarrollo más elevado, dejó constancia del trabajo en equipo, «al que hoy me toca representar». Ambos, el mismo mensaje.

Dentro de la compañía se piensa que la fuerza de la empresa está en su cultura, «y mientras sea gestionada por personas que tengan interiorizada esa cultura las cosas irán bien», explica una fuente próxima a los ejecutivos. «Ni Marta ni Óscar —apostillan— quieren ser protagonistas. Y eso es lo que explican» cada vez que pueden. Según las fuentes consultadas, en pocos meses ambos «han sabido hacer partícipes a las cadenas de la dimensión del grupo, abriéndose así un círculo virtuoso en el que se pone en valor el trabajo de cada uno de los 165.000 y el negocio que desarrolla la multinacional».

Normalmente, la empresaria llega a la sede de Arteixo después de llevar a sus niños al colegio. Se sienta en la misma mesa que ocupaba en Zara Woman antes de su nombramiento como presidenta el 1 de abril del año pasado. «La naturalidad es lo que se impone» y sus colaboradores más directos se dirigen a ella como Marta; su padre es el «señor Ortega». Inditex invertirá este año 1.600 millones de euros en tiendas, logística, sostenibilidad y talento. La cifra confirma que ha pisado el acelerador porque cree que tiene una oportunidad para crecer y posicionarse en mercados inmensos como el norteamericano, donde de cada 100 dólares que se gasta en moda, la multinacional gallega ingresa 50 céntimos.

El mensaje lo conocen los 165.000 que forman parte del equipo de Marta Ortega