La inflación repunta en abril al 4,1 %, pero baja la subyacente por el freno de los alimentos

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ECONOMÍA

Una mujer comprando en un supermercado, en una imagen de archivo
Una mujer comprando en un supermercado, en una imagen de archivo Juan Ignacio Roncoroni | EFE

Detrás del alza se encuentran los precios de los carburantes y de la electricidad, que registran un descenso mucho más moderado que el de hace un año

28 abr 2023 . Actualizado a las 21:05 h.

Abril cerrará con un nuevo vaivén en el coste de la vida. Según el dato adelantado del índice de precios de consumo (IPC) que desveló ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación volvió a registrar una ligera alza. Así, los precios subieron un 4,1?% en el cuarto mes del año comparado con el mismo período del 2022, rompiendo con el breve respiro que habían ofrecido en marzo, cuando la tasa interanual del IPC cayó al 3,3?%, una de las más bajas de los últimos tiempos.

Detrás de este ascenso vuelve a estar, al igual que sucedió el mes pasado, el conocido como efecto escalón. Aunque en este caso en dirección contraria. Porque mientras que el dato de marzo se benefició del efecto que provocaba comparar la evolución de los precios actuales con los del mes en el que empezó al guerra de Ucrania (que supuso un repunte muy rápido del coste de partidas tan importantes como la energía); el IPC de abril sufre justo la consecuencia contraria.

Y es que, en ese mismo mes del año pasado, el Gobierno introdujo ayudas como la bonificación de 20 céntimos al litro de carburante a todos los conductores, una medida que fomentó la moderación de los precios de la energía. «Tal y como se esperaba, la inflación general ha repuntado por el efecto base, al compararse con el mes en el que se introdujeron las medidas del decreto del 29 de marzo del 2022», explicó ayer la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. De hecho, tal y como señalan desde el INE, este repunte de la inflación en abril tiene mucho que ver con que el descenso de los precios de la electricidad y de los carburantes es menor que el registrado en el mismo mes del 2022.

La nota positiva ahora viene de la mano de la inflación subyacente. Y esto sí que es una novedad. Porque hasta ahora, esta cifra acostumbraba a traer de su mano los peores augurios. Esta tasa, que no incluye ni la energía ni los alimentos frescos, por ser los más volátiles, empieza a dar un respiro. En concreto, cae nueve décimas y se coloca en el 6,6?%, de tal forma que la diferencia con el IPC general se reduce a dos puntos y medio, lo que supone la menor brecha entre ambos desde el pasado mes de diciembre.

Suben, pero menos

Esta evolución supone que los alimentos (excluyendo a los frescos) y las bebidas no alcohólicas han visto cómo sus precios moderaban de forma importante el encarecimiento que han venido experimentando estos últimos meses. Es decir, no es que hayan bajado sus costes, sino que los precios de estas partidas subieron en abril de forma mucho menos potente que en el mismo mes del 2022.

Si en vez de analizar el comportamiento de los precios de un año para otro, tomamos como referencia los términos mensuales (comparando abril con marzo), el IPC registró un aumento del 0,6?%.