
El interés que despierta la marca de autor entre el público joven, una de las claves de que tras trece años con pérdidas la firma entre en beneficios
29 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La primera tienda de Adolfo Domínguez abrió sus puertas en Ourense en 1976. El modisto arrancó con una colección de hombre que ocho años después se amplió al público femenino. Llegaron los tiempos del famoso eslogan La arruga es bella y con ellos una expansión que llevó el nombre del diseñador, nacido en Trives en 1950, por todo el mundo. Han pasado casi cinco décadas desde aquella primera apertura y la marca de autor vive ahora un momento dulce. Después de trece años con pérdidas, el grupo ha vuelto a los beneficios tras haber cerrado el último ejercicio con una facturación de 114 millones de euros y un incremento del 24 % en las ventas. «Somos una empresa que tenemos una historia y una marca que nos permite internacionalizar y diversificar el riesgo», asegura Adriana Domínguez, hija del fundador y presidenta de la compañía, que acaba de presentar resultados. Para ella, ha sido fundamental el repunte de las ventas internacionales, que se situó en un 31 %, pero también haberse congraciado con el público nacional. «Es importante que una empresa como Adolfo Domínguez, con el legado que tiene, arregle las cosas en su propio mercado y vuelva a renovar su imagen de marca, su clientela. Queríamos volver a ser relevantes y deseables a nivel nacional y eso también lo estamos consiguiendo», explica.
Contar con un equipo «motivado» y desarrollar, poco a poco, un plan para reposicionar tiendas y darle a los puntos de venta una imagen renovada han sido factores clave para que la marca vuelva a los números verdes, pero la presidenta concede especial importancia al interés que despierta su producto entre el público joven. «Nuestra marca se está vendiendo entre gente de 18 a 24 años y ese es uno de los datos más importantes que tenemos para explicar los resultados», valora Domínguez. Que las nuevas generaciones también quieran vestirse con sus prendas es, asegura, «lo que más éxito me augura para esta empresa».
Y, ¿cómo logra una marca veterana ser atractiva para el público más joven? «Cuando hacemos nuestras comunicaciones no pensamos en el cliente que ya nos compra, sino en el que no tenemos», sostiene la presidenta del grupo de moda, asegurando que campañas publicitarias como Sé más viejo, protagonizada por modelos mayores, se concibieron para despertar el interés de los menores de 30. «Siempre estuvo pensada para gente joven, que fue la que encontró la propuesta retadora, e incluso un poco punky, y les gustó», afirma.
La mayor presencia en redes sociales, con la organización de eventos en directo, o el nuevo concepto de desfiles, abiertos a todo aquel que quiera pagar una entrada con un precio simbólico, son para Adriana Domínguez factores que inciden en que la marca se haya hecho un hueco entre este público, sin olvidar el guiño que se incluye en los artículos. «Las colecciones tienen que tener elementos jóvenes, como prendas que cortan por encima de la barriga y que son apetecibles para otras generaciones», asegura.
Coincidiendo con la presentación de resultados Adriana Domínguez también pone en valor la apuesta firme que mantiene la empresa, presente en 18 países, por la sostenibilidad. «Buscamos que las cosas gusten durante un largo período de tiempo, que tengan calidad para acompañar al cliente a lo largo de varios años», mantiene.
Las ventas por internet de la marca se consolidaron en el último año, creciendo un 2,2 % y manteniéndose firmes tras la reactivación total de las ventas físicas, que se paralizaron durante la pandemia. En los últimos meses las prendas han comenzado a comercializarse en los marketplaces Zalando y About You.