Ferrovial reconoce ahora al supervisor holandés que su salida de España puede afectar a su negocio y a su imagen

J. M. C. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Susana Vera | REUTERS

La constructora, que este viernes comienza a cotizar en Países Bajos tras cambiar su sede social, asume «efectos adversos» en su negocio o cotización

16 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrovial inicia este viernes su cotización bursátil en el mercado de Ámsterdam, uno de los más importantes de Europa. Lo hace después de que su junta de accionistas —celebrada el pasado mes de abril— diera luz verde al cambio de sede social desde España hasta los Países Bajos.

Ahora, la compañía presidida por Rafael del Pino admite que este cambio le puede acarrear posibles riesgos de negocio, regulatorios y también de reputación. Lo ha hecho a través del folleto de admisión a cotización y negociación (un trámite obligatorio) remitido a la Bolsa de Ámsterdam. En este tipo de documentos, las cotizadas deben completar diversos estándares, entre los que se incluyen potenciales riesgos. Uno de ellos, según apunta Ferrovial, es que las autoridades fiscales españolas podrían considerar la operación de su traslado fuera de las exenciones previstas por la ley, lo que tendría un impacto en las cuentas de la compañía.

Ya en marzo, cuando Rafael del Pino anunció su intención de trasladarse, provocó un revuelo en el Gobierno que llevó incluso a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a advertirle de que vigilarían de cerca si cumplía todas las condiciones fiscales del traslado.

Ferrovial también admite que «podría tener un impacto negativo en su imagen corporativa en España, lo que, a su vez, podría tener un efecto material adverso en la posición competitiva del grupo y, a su vez, en el precio de cotización de sus acciones, su negocio, situación financiera, resultados de operaciones y perspectivas», advierte el grupo.