Los países del sur alzan la voz contra el BCE y piden que frene la subida de tipos
ECONOMÍA

La vicepresidenta española Nadia Calviño y el ministro de Finanzas portugués advierten del riesgo de cortar en seco el crecimiento económico
12 jul 2023 . Actualizado a las 13:40 h.Arrecian las presiones de los Gobiernos del sur de Europa para tratar que el Banco Central Europeo (BCE) afloje la presión y frene la subida de tipos ante la próxima reunión de su consejo de gobierno, prevista para el próximo día 27. La vicepresidenta económica del Ejecutivo español, Nadia Calviño, y el ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Medina, advirtieron este miércoles que un endurecimiento excesivo de la política monetaria, con más subidas de tipos, puede acabar suponiendo un lastre excesivo para el crecimiento económico, abonando el riesgo de recesión en la zona euro, en la que ya ha entrado la locomotora alemana y a la que se asoma Francia.
En una entrevista con Bloomberg, el ministro luso ha apuntado que la inflación ya está en una tendencia a la baja como consecuencia del ajuste monetario sin precedentes acometido por BCE, mientras que los efectos de las subidas de tipos hasta la fecha aún no han sido totalmente absorbidos por familias y empresas. «Los riesgos de que mayores incrementos puedan crear una situación más difícil para el crecimiento a nivel europeo son ahora más altos y deben analizarse con mucho cuidado», indicó Medina.
Algo menos explícita fue su homóloga española, la vicepresidenta Nadia Calviño, que se limitó a mostrar su deseo de que el BCE «acierte» en su reunión de julio y tome una decisión «adecuada» sobre la subida de tipos para moderar la inflación, pero «sin poner en riesgo el crecimiento económico, que es clave». La ministra de Economía no quiso ir más allá por prudencia, según dijo: «Si le respondo explícitamente estaría faltando a mi responsabilidad, pero a buen entendedor... Este jueves tenemos Eurogrupo y vamos a hablar del conocido como "estrecho pasillo", tanto la Fed como el BCE tienen que tomar las decisiones adecuadas para moderar la inflación sin poner en riesgo el crecimiento económico».
Las palabras de Calviño y Medina se suman a las críticas que en las últimas semanas han lanzado otros dirigentes de países del sur de Europa, como el primer ministro portugués, António Costa, o su homóloga italiana, Giorgia Meloni. Así, el mandatario luso señaló el mes pasado que los funcionarios en Fráncfort no han comprendido adecuadamente la naturaleza de la inflación que enfrenta la zona del euro, mientras que la primera ministra italiana afirmó que «no se puede dejar de considerar el riesgo de que el aumento constante de las tasas de interés sea una cura más dañina de la enfermedad».
El consejo de gobierno del BCE tiene previsto volver a reunirse para discutir la política monetaria de la eurozona el próximo 27 de julio, cuando se da prácticamente por hecho que la entidad volverá a subir los tipos de interés en 25 puntos básicos a la expectativa de que ofrezca más pistas sobre su postura de cara a las siguientes reuniones. Aunque muchos analistas esperaban que esa reunión marque un punto de inflexión y se frene ya la subida de tipos, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, ha advertido en las últimas semanas de que lo más probable es que el precio del dinero aún no haya tocado techo y siga subiendo en otoño, por la persistencia de las presiones inflacionistas, especialmente en los países del centro y el norte de Europa.