El crédito para comprar vivienda sufre su mayor contracción desde el 2016

Clara Alba COLPISA

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

La banca reduce en 17.700 millones la financiación total a las familias y en más de 25.000 a las empresas en el último año

02 oct 2023 . Actualizado a las 19:02 h.

La caída del mercado hipotecario se acelera con unos bancos cada vez más exigentes en sus requisitos a la hora de conceder financiación y, al mismo tiempo, un nutrido grupo de clientes que han buscado amortizar buena parte de su deuda para intentar esquivar el golpe en su bolsillo de la escalada del euríbor.

La combinación de ambos factores ha provocado que la financiación concedida por las entidades a las familias para la adquisición de una vivienda se desplomase en agosto un 3,2 % en tasa interanual, la caída más abultada que registran las estadísticas del Banco de España desde noviembre del 2016. En concreto, el saldo hipotecario se situó en 499.876 millones de euros en el octavo mes del año, 1.700 millones menos que el mes anterior y 18.000 por debajo de hace justo un año. Y hay que retroceder otros diecisiete ejercicios, hasta febrero del 2006, para ver la cifra por debajo de los 500.000 millones.

La situación ha cambiado por completo el mix que compone la deuda de los hogares con las entidades en el que el crédito al consumo ha ido ganando peso mes a mes frente a la caída en la nueva producción hipotecaria en un contexto de subida de los tipos de interés. Según los datos del Banco de España, el crédito al consumo creció en agosto un 2,4 % respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 97.152 millones de euros. Aunque la cifra es ligeramente inferior a la de julio, evidencia que muchos ciudadanos han recurrido a este tipo de préstamos para poder afrontar con holgura la época estival. Es decir, han preferido endeudarse más que quedarse sin vacaciones. Y eso que el crédito al consumo suele llevar aparejados intereses mucho más elevados. Sumando vivienda, consumo y otros fines, el crédito total a las familias se sitúa en 685.663 millones, lo que implica un brusco recorte de 17.700 millones respecto a hace un año. Y no se observaba un saldo tan bajo desde marzo del 2006.

La contracción que se observa en los hogares es más acusada si cabe en el caso de las empresas, donde la financiación de la banca se sitúa en 462.141 millones de euros. Ese saldo vivo ha sufrido un retroceso del 4,26 % interanual (casi 25.000 millones menos que en agosto de 2022), lo que supone su mayor caída en esos términos desde marzo de 2015, según la estadística del Banco de España.

El problema es que, según las últimas encuestas de préstamos bancarios publicadas por el supervisor, la situación no parece que vaya a cambiar en el corto plazo. Los últimos datos apuntan a que, a cierre de junio, el sector acumulaba cinco trimestres consecutivos en los que las entidades han cerrado casi por completo el grifo del crédito, tanto en las condiciones exigidas como en los tipos de interés a los que deciden prestar, que no han parado de subir. Y para el tercer trimestre que se acaba de cerrar también se anticipaba una menor demanda de préstamos, que seguirá influyendo en la contracción de la financiación en España.