Casi 1.200 gallegos perdieron la pensión no contributiva en el 2023 por superar el tope de ingresos

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PILI PROL

En la comunidad hay 36.600 perceptores de estas prestaciones para quien no cotizó lo suficiente, un 30 % menos que hace 15 años

30 ene 2024 . Actualizado a las 12:47 h.

Más de 36.600 gallegos viven de una pensión no contributiva, la prestación que abona la Seguridad Social a aquellos trabajadores que no han cotizado el tiempo suficiente para acceder a una prestación ordinaria. Son un 30 % menos de los 52.000 mayores y discapacitados que cobraban este subsidio quince años atrás. Un descenso que se explica por los cambios en el mercado laboral (con la incorporación masiva de las mujeres al empleo y carreras de cotización cada vez más largas, que dan acceso a pensiones contributivas), pero también por el exhaustivo procedimiento de revisión al que se somete a los beneficiarios de estas prestaciones no contributivas.

Y es que todos los años, en el primer trimestre del ejercicio, estos pensionistas deben presentar una declaración de ingresos, tanto personales como del resto de las personas con las que conviven, para comprobar si siguen cumpliendo los requisitos para percibir la prestación y ajustar el importe de esta. Asimismo, los órganos gestores (el Imserso o, en el caso gallego, la Consellería de Política Social) pueden abrir un proceso de revisión de oficio si tienen conocimiento de algún cambio en las circunstancias familiares o económicas del pensionista o si estas son comunicadas por el beneficiario o su familia. Así, solo el año pasado en Galicia se realizaron 36.853 revisiones ordinarias (el 99,75 % de las pensiones en vigor en enero del 2023) y otras 5.462 de oficio o a instancia de parte.

Estos controles se saldaron con la retirada de la pensión no contributiva a algo más de 3.000 gallegos. Casi la mitad de las bajas (1.483) se produjeron por fallecimiento, pero otras 1.164 personas se quedaron sin prestación por superar el tope de ingresos, ya sea el personal (establecido el año pasado en 6.784,54 euros anuales) o el fijado para la unidad económica de convivencia en la que esté integrado.

Además, hay otros 17 pensionistas que vieron extinguido el cobro del subsidio por no tener fijada su residencia legal en España y otros 400 por otros motivos.

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El informe de gestión que acaba de publicar el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) refleja claramente cómo la mayoría de las revisiones ordinarias, más del 91,6 %, se saldan sin ninguna modificación, y solo en ocho de cada cien casos se produce una revisión de la cuantía de la pensión. Sin embargo, la cosa cambia cuando la revisión se hace de oficio, ante algún indicio de modificación patrimonial, o a instancia de parte. En esos casos, en más de la mitad de los expedientes (un 52 %) se produce la retirada de la pensión, mientras que a otra cuarta parte se le modifica, generalmente a la baja, el importe mensual a percibir. Solo dos de cada diez procesos de revisión concluyen sin modificación.

Tras estas bajas de oficio, la nómina total de prestaciones no contributivas de jubilación en Galicia se redujo en diciembre hasta los 24.092 beneficiarios, con una pensión media de 481,32 euros mensuales. A su vez, existen otros 12.544 gallegos que cobran la pensión no contributiva por invalidez, que ingresan de media 528,93 euros al mes.