CaixaBank ganó 4.816 millones, un 53,9 % más, y distribuirá un dividendo de 2.890 millones

J. M. Camarero VALENCIA / COLPISA

ECONOMÍA

Rober Solsona | EUROPAPRESS

El banco descarta cambiar su sede y volver a Cataluña

03 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

CaixaBank ha seguido la senda marcada por la banca española y cerró el año pasado con un beneficio neto de 4.816 millones de euros, lo que supone elevar sus ganancias un 54 % con respecto al ejercicio anterior. La evolución de los tipos de interés oficiales, que se sitúan en el 4,5 %, explica buena parte del resultado del grupo, cuyas expectativas pasan por incrementar de forma considerable el dividendo que reparte a sus accionistas, entre los que se encuentra el Estado.

La buena marcha del negocio ha llevado a la entidad a proponer a la próxima junta de accionistas el reparto de un dividendo en efectivo de 0,39 euros por título con cargo a los beneficios del año pasado. Esta decisión supone que CaixaBank distribuirá un 60 % de sus ganancias entre los inversores (el denominado pay out), lo que supone una cuantía histórica de 2.890 millones de euros. De ese importe, el Estado se llevará algo más de 500 millones a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el organismo público creado en la crisis financiera para ayudar a las entidades en apuros), correspondiente al 16 % del capital que controla en la firma tras la fusión de Bankia.

La entidad señala que «este dividendo revierte directamente en la sociedad, dado que alrededor del 50 % de la cuantía la ingresará la Fundación ”la Caixa”, que desarrolla su obra social; y el Estado, a través del FROB». A ellos se suman los 590.000 pequeños accionistas, que también se verán beneficiados por esta política de dividendos.

El grupo se encuentra plenamente centrado en un negocio que seguirá mejorando este año, según anunció ayer el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, quien dejó claro que el banco no quiere adentrarse en terrenos pantanosos en torno a la cuestión de su sede social. El propio Goirigolzarri insistió ayer en que la «vocación» de CaixaBank pasa por permanecer en Valencia, donde se encuentra desde el 2017 como consecuencia del procés independentista.

«Este es el mejor sitio»

A pesar de los anuncios realizados en algunos acuerdos alcanzados estas últimas semanas entre Junts y el PSOE para promover la vuelta de empresas que se fueron tras el referendo de Cataluña, CaixaBank se muestra contraria a plantearse esta opción. De hecho, insiste en su intención de permanecer en Valencia independientemente de los beneficios fiscales o penalizaciones que se pudieran establecer. «Cualquier lugar no reúne las condiciones de origen que tiene Valencia», explicó Goirigolzarri. «Este es el mejor sitio para nuestro negocio pensando en nuestros depositantes y accionistas», zanjó.

El presidente de CaixaBank también descartó que exista alguna «presión» por parte del poder político en las decisiones de la entidad, a pesar de que el Estado tiene una participación significativa. «No estamos teniendo ningún tipo de injerencias políticas en CaixaBank» ni ahora «ni antes de la fusión», aclaró Goirigolzarri, quien insistió en que la relación del banco con el Ejecutivo central «no ha estado nunca deteriorada». A su vez, el presidente de la entidad quiso agradecer el diálogo con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Al ministro no le han planteado la posibilidad de cambiar el impuesto extraordinario para minimizarlo. Aunque Goirigolzarri avisó de las consecuencias que puede traer consigo tener bancos débiles: «Lo hemos vivido en el pasado en Latinoamérica, en varios países, y también España lo vivió en la crisis del 2012». Mientras que, «si tenemos un sistema financiero fuerte», esto no es así.

Los ingresos de CaixaBank se incrementaron un 31 %, hasta 15.137 millones, impulsados por el margen de intereses, que asciende a 10.113 millones (un 54 % más), que refleja «el impacto favorable que el nuevo entorno de tipos ha tenido sobre el negocio bancario, así como la buena gestión efectuada por la red comercial», aclara el banco.

Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, indicó que «nos reforzamos con la fusión, mejorando con fuerza nuestra eficiencia y rentabilidad, así como la retribución» al accionista.