Última hora
El Real Madrid, campeón de Liga

Portugueses e italianos dedican menos ingresos que los españoles al pago del alquiler

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Sandra Alonso

Casi el 13 % de la población nacional tiene que destinar más del 60 % del dinero que cobran para arrendar una vivienda

15 feb 2024 . Actualizado a las 08:09 h.

Crisis y vivienda en Europa van de la mano. Los precios en el mercado inmobiliario están un 42% más altos que hace diez años, según Eurostat. El de los alquileres, casi un 11%. Y los salarios ya no alcanzan en las principales economías del euro para poder acceder a una hipoteca o firmar un contrato de arrendamiento.

Los griegos, por ejemplo, destinan de media el 34,2% de sus ingresos mensuales a sufragar los costes de la vivienda. Es el porcentaje más alto de toda la UE. Les siguen los daneses (25,4%) y alemanes (24,5%). Aunque son los franceses (21% de los hogares) y holandeses (18%) los que perciben más subsidios al alquiler.

¿Qué hay de los españoles? De media, tienen que gastar el 17,8% de sus ingresos en costearse un inmueble. La situación de casi el 13% de la población nacional es todavía más crítica. Su esfuerzo financiero supera el 60% del total del dinero disponible cada mes. Los vecinos portugueses e italianos están en mejor posición para hacer frente a los pagos o alquileres de la vivienda. El gasto les supone el 14,3 y 15,5% de los ingresos, respectivamente. «Los inquilinos en el mercado privado del alquiler están en una situación especialmente precaria: el 46% siente que está en riesgo de tener que abandonar su residencia en el plazo de tres meses porque no se la pueden permitir», revela un informe de Eurofound.

Entre todos los colectivos, claro está, el más damnificado es el de los jóvenes. España es el país donde más ha crecido desde el 2010 el porcentaje de personas entre 25 y 34 años que viven en casa de sus padres. Una tendencia al alza en el conjunto de la UE, donde ha caído el número de propietarios. ¿Qué hay detrás de esta vuelta a casa? Los analistas de la organización apuntan al «reducido acceso a la vivienda, el reducido acceso a las hipotecas y apoyo financiero tras la Gran Recesión (2007-2009), menor seguridad en los ingresos de la gente joven y una alta prevalencia de los trabajos temporales». Y es que, por mucho que oscilen los precios de compra y alquiler, o por mucho que aumente la oferta —en España hay casi 4 millones de viviendas vacías—, la precariedad e inestabilidad laboral siguen siendo una barrera infranqueable para la mayoría de ellos.

Tanto es así, que al analizar en detalle los problemas en cada país, emergen datos alarmantes.

En España, por ejemplo, el precio mediano —el más frecuente— del alquiler en el primer semestre del año pasado fueron 944 euros/mes, «el más alto desde que hay registros», señala el Consejo de la Juventud de España. Esa cuota supone casi el 94 % del salario neto mediano que ingresa una persona joven en nuestro país.

Y la cosa no hace más que empeorar porque si se analiza la evolución de los precios y de los salarios de este colectivo, se comprueba que el poder adquisitivo de un trabajador joven se redujo un 3,3% en cuestión de un año. «La concesión de ayudas económicas a los inquilinos puede paliar algunas situaciones individuales, pero si no se actúa sobre la oferta, dichas ayudas incrementan la presión sobre los precios», advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La trampa que esconde el nuevo plan de avales

Por eso despierta tantos recelos el nuevo programa de avales del Gobierno para facilitar a jóvenes y familias con hijos la compra de una vivienda. No han sido pocas las voces que lo han criticado en las últimas horas.

La experiencia demuestra que este tipo de ayudas acaban desencadenando nuevas subidas de los precios de los inmuebles. De hecho, tal y como está planteado, el programa no abaratará el coste al comprador sino que facilitará la concesión de un crédito bancario. ¿Cómo? El ICO blindará a la entidad financiera si hay posibles impagos en aquellas cantidades que no está dispuesta a financiar al cliente. De esta forma, el banco podrá concederle la hipoteca.

Es por ello que las principales asociaciones de consumidores de España han cargado con el plan de avales, por considerar que son un «subsidio encubierto» a los bancos y que elevará el precio de los inmuebles, beneficiando a muy pocos hogares.

También se han sumado los sindicatos. El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, aseguró ayer que el programa contribuye a asentar «un modelo de precios muy altos de la vivienda», antes de abogar por el impulso de la construcción de protección oficial, la movilización de pisos vacíos y los topes a los precios.

En esa misma línea se ha pronunciado el socio minoritario en el Gobierno, Sumar, que no ha escondido su malestar en torno a un programa que prioriza la compra en el mercado privado y no la inversión en vivienda pública.