La deuda de Grifols se eleva en 1.100 millones tras los cambios que exigió la CNMV

Grifols dio este jueves un nuevo paso para recuperar la confianza del mercado. Pero, a la vez, volvió a sembrar dudas sobre las fórmulas contables empleadas en el pasado. La compañía remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus cifras actualizadas de ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) y de deuda, de acuerdo a los cálculos que, a juicio del supervisor, ofrecen una visión más transparente de su situación financiera a los inversores.

Y el resultado no deja lugar a dudas: frente a los 9.416,31 millones de euros que Grifols registró como deuda financiera neta en el 2023 bajo sus criterios contables, la nueva cifra con las correcciones aplicadas a solicitud de la CNMV asciende a 10.527,64 millones. Es decir, una diferencia de 1.111 millones. Esta cifra, y los nuevos cálculos del ebitda de la compañía, dejarían su ratio de apalancamiento en 8,4 veces el ebitda, frente a las 6,3 veces estimadas anteriormente.

A finales de marzo la CNMV hizo pública la investigación en torno a la situación financiera de Grifols y el ataque sufrido por parte de Gotham CIty, que el pasado 9 de enero sumió en el caos bursátil a la compañía al poner en duda la veracidad de sus cuentas. El organismo supervisor descartó entonces un posible fraude, pero sí advirtió de «deficiencias relevantes» en la información de la compañía.

Por eso, insistió en que la forma de publicar sus cuentas, sin ser falsa, dificultaba la capacidad «de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujo de efectivo» a los inversores, requiriendo estos nuevos cálculos a la empresa.

En su comunicado de este jueves, Grifols se compromete de nuevo a reforzar sus procedimientos de control «para minimizar la posibilidad de errores en el cálculo y desglose de las magnitudes financieras en sus informes financieros y comunicaciones de resultados».

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