Díaz incumple su ultimátum y hará una nueva propuesta de reducción de jornada a la CEOE

L. Palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

A. Pérez Meca | EUROPAPRESS

El presidente de la patronal la desafía a legislar ya y reprocha que no se hayan atendido sus peticiones

02 jul 2024 . Actualizado a las 19:18 h.

Giro inesperado en la negociación para la reducción de la jornada laboral. Cuando ya todos daban por hecho que el Gobierno, tal y como advirtió, pisaría el turno y aprobaría cuanto antes la medida estrella de esta legislatura como castigo a la patronal, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, hace un cambio de guion y no solo no consuma el ultimátum que dio a los empresarios, sino todo lo contrario: elaborará una nueva propuesta en un último intento de atraer a la CEOE a un acuerdo. Así lo anunció este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «Como yo no me levanto jamás de una mesa (me lo han enseñado en mi casa), vamos a volver el lunes que viene y el equipo del ministerio llevará una propuesta de trabajo no a los sindicatos, sino a la patronal. Vamos a hacer nosotros lo que no hacen ellos y vamos a ver cuál es su vocación negociadora», señaló la ministra de Trabajo.

Díaz, que rebajó notablemente el tono contra la CEOE que empleó el día anterior su número dos, justificó su cambio de actitud en que «no será por nosotros que no exista la vocación no ya de dialogar, sino de hacer propuestas distintas». Sin embargo, detrás de esta nueva propuesta se puede esconder una falta de apoyos para sacar adelante esta medida en el Parlamento, puesto que no está nada claro que el PNV y Junts, dos de sus socios habituales, la vayan a apoyar.

De hecho, la vicepresidenta, que está en un momento delicado tras los malos resultados en los recientes procesos electorales, viajará este fin de semana al País Vasco para reunirse con el PNV para —previsiblemente— amarrar su apoyo para esta iniciativa. La formación jeltzale señaló que no consideran que tenga gran afectación en la región, porque la mayoría de convenios fijan jornadas incluso inferiores.

Los empresarios, sin embargo, dan por descartado alcanzar un acuerdo con el Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas desde enero próximo. Es más, desafiaron a la vicepresidenta a que lo apruebe «ya», asegurando que «no tenemos más que decir». «¿No era ayer?», ironizó el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en referencia a la amenaza del Gobierno de dejar cerrada este pasado lunes la medida si la patronal no presentaba una alternativa. Y él mismo lanzó otro órdago: «¿Por qué una semana más? Que lo hagan ya».

Visiblemente enojado, Garamendi negó la mayor y aseguró que la patronal ha planteado «de todo en la mesa» para la reducción de jornada y el Ejecutivo no les ha escuchado «absolutamente en nada», en referencia a su petición de aumentar el número máximo de horas extras que puede realizar cada trabajador al año, 80 al año; de dar un plazo transitorio para aplicar la medida o de ofrecer medidas de flexibilidad a las empresas para poder llevarlo a cabo.

No habrá más horas extras

Díaz negó esta afirmación y acusó a la patronal de «hablar mucho en los medios y callar en la mesa de diálogo». «Todo el planteamiento que ha hecho, por ejemplo, Lorenzo Amor, de reducir jornada laboral pero compensando ampliando las horas extra, desde luego no fue respetando la mesa del diálogo social. Lo hacen en los medios, pero no en la mesa», denunció.

Lo que sí dejó claro la ministra es que no cederá en esta reclamación y no incluirá un aumento de las horas extras, porque eso supondría una reducción de jornada falsa. «Si la propuesta que hace Garamendi es reducir las horas a cambio de ampliar las horas extraordinarias a 150 al año, es una jornada reducida fake y no la vamos a hacer», concluyó, sin desvelar que as se guardan debajo de la manda para atraer a los empresarios.

UGT apuesta por el diálogo, y CC.OO. duda de que la patronal quiera pactar

Claro que por satisfacer a la patronal el Gobierno puede hacer peligrar el apoyo que ya le han avanzado los sindicatos, aunque UGT se manifestó partidario de seguir negociando con la CEOE. Su líder, Pepe Álvarez, apeló a «volver a la mesa» de negociación, hablar, negociar y acordar, y «que a nadie se le suban los humos», ya que, una vez lo apruebe el Gobierno, es necesario que lo ratifique el Parlamento. Algo más escéptico se mostró el secretario general de CC.OO., Unai Sordo. «Me da a mí que [la CEOE] no está dispuesta a pactar nada, y entonces nuestra exigencia al Gobierno va a ser que tire para adelante, no con un decreto, sino con un proyecto de ley para que sea avalado parlamentariamente».