La Xunta recaudó 40 millones menos en los tributos que gestiona y afloró 90 millones no declarados

G. Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XOÁN REY. | EFE

El descenso en los ingresos por los impuestos de transmisiones y patrimonio contrasta con el aumento en el de sucesiones

06 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) recaudó el año pasado 632,3 millones de euros en los impuestos gestionados por la comunidad autónoma, un 6 % menos que en el ejercicio anterior, lo que supone una merma de ingresos de 30,4 millones, según la memoria anual del organismo, presentada este viernes en el Parlamento de Galicia por su directora, Sonia Lafont.

En el documento se refleja que el tributo que más aporta al erario autonómico es el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, por el que se recaudaron 318,9 millones el pasado ejercicio, un 10 % menos que los 354,2 millones del año anterior, aunque los derechos reconocidos solo se reducen en un 1,1 %, lo que indica que hay un importante volumen de liquidaciones pendientes de pago. También se reducen con fuerza los ingresos por el impuesto de patrimonio, que caen en más de 11,5 millones de euros (un 13,3 %).

Por contra, los ingresos del impuesto de sucesiones y donaciones se elevaron un 4 %, hasta los 150,2 millones (seis más que el ejercicio anterior). Y la cifra puede incrementarse aún más en los próximos meses, pues los derechos reconocidos netos experimentaron un subidón de casi un 57 % (90 millones adicionales).

Además, el año pasado comenzó a recaudarse un nuevo tributo, el impuesto sobre el depósito de residuos y su incineración, por el que se ingresaron 10,8 millones.

En cuanto a los impuestos propios, los ingresos totales se redujeron en 3,5 millones (un 9,5 % menos), destacando el descenso del impuesto sobre el daño medioambiental causado por los embalses, que recaudó 2,1 millones menos (-15,5 %). El que más recursos aportó fue, de nuevo, el canon eólico, con 22 millones, uno menos que el ejercicio anterior. Solo una figura, el impuesto minero, incrementó su recaudación, un 4,3 %, aunque con un impacto mínimo en el erario (solo aporta unos 200.000 euros al año).

Medidas de control

La memoria, en la que se incide en que los beneficios fiscales aprobados en los últimos años han supuesto un ahorro de 257,4 millones para los contribuyentes gallegos el año pasado, también refleja que las actuaciones de control efectuadas para prevenir el fraude permitieron recaudar 90,2 millones de deuda pendiente, de los que 82,3 millones corresponden a liquidaciones adicionales y el resto, a sanciones (a 3.200 contribuyentes). Ese importe aflorado, expone gráficamente la Xunta, equivale a lo que cuesta cada año el mantenimiento de 469 camas hospitalarias, 12.217 plazas en la enseñanza pública o 3.280 en las residencias de mayores.

Pese al resultado de las actuaciones de control, desde la Atriga destacaron que casi el 95 % de los gallegos «cumpren de forma voluntaria coas súas obrigas tributarias».

Las comprobaciones elevan un 17 % el valor de los inmuebles

Dentro de las actuaciones de control, uno de los aspectos más controvertidos es la comprobación que Facenda realiza en el valor de los bienes declarados por los contribuyentes en sus liquidaciones tributarias, especialmente las viviendas. El año pasado la Atriga realizó 625.845 valoraciones de bienes, mostrándose conforme en el 80 % de los casos, diez puntos más que en el 2019.

En el caso de los inmuebles, fueron casi 135.900 las valoraciones efectuadas, con un incremento medio del valor del 17 %, lo que supuso elevar las bases tributarias en 1.167,8 millones de euros.

Esas valoraciones se hacen tanto a través de un sistema de precios medios y coeficientes, en cuyo caso el incremento medio fue del 8 % (301,8 millones); como con dictámenes de peritos, que elevaron el valor medio de las viviendas y terrenos inspeccionados en un 45 % (866 millones).